El coronavirus también está causando estragos en la población de ciervos del parque japonés de Nara. Y no porque los animales hayan enfermedado a causa del virus, sino porque los turistas han reducido sus visitas a este famoso paraje fundado en 1880 a los pies del Monte Wakakusa.

Los pequeños venados están acostumbrados a pasearse a sus anchas por la ciudad de Nara, en la prefectura del mismo nombre. Cruzan los pasos de cebra y se inclinan ante los grupos de turistas para que le den 'senbei', las galletas de arroz por las que se pirran. Pero ahora que los turistas han desaparecido prácticamente de las calles de Nara por la crisis mundial del covid-19 y las restricciones en los viajes se ha comprobado que la 'adicción' de los ciervos a estas tortitas es más importante de lo que se creía.

Varias publicaciones japonesas así como usuarios de Twitter han constatado que muchos ciervos se están quedando en los huesos sin su dosis diaria de 'senbei'.

Una media de 60 galletas al día

Según datos de SoraNews24, el parque Nara recibe unos 13 millones de turistas al año, y la cantidad de galletas de arroz que se venden anualmente es de 20 millones. Teniedo en cuenta que la población de ciervos ronda los 900 -sin contar los 400 que están alojados en el refugio Rokuen- esto quiere decir que cada animal se zampa unas 60 galletas al día (algunos animales se cree que comen hasta 200). Una buena dosis de hidratos de carbono que en estos últimos meses brilla por su ausencia.

En marzo, varios ciervos campando sueltos en el templo de Todaiji, en Nara (Japón). / AP / JAE C. HONG

La dieta oficial de los ciervos es en realidad el pasto, del cual consumen unos cinco kilos al día. Sin embargo el aporte nutricional y calórico de la galleta es muy superior al de la hierba, por eso se cree que los animales se han vuelto dependientes.

De ahí que los ciervos se alejen más de los confines del parque natural para adentrarse en las calles de la ciudad en busca de personas que les puedan suministrar su comida preferida.