Llega la Semana Santa y, con ella, unos merecidos días de descanso para olvidarse de la rutina diaria y del estrés del trabajo. Es por ello que son muchos los que están en busca del destino perfecto para pasar estas mini vacaciones. Sin embargo, el proceso a la hora de reservar el viaje puede suponer algún que otro problema para el usuario.

Para que no te preocupes de nada, 'Mediterráneo' te trae las 5 claves para solucionar los pequeños problemas que puedan aparecer:

  1. ¿Qué sucede si se retrasa o cancela mi vuelo? En caso de retraso, la compañía ofrece a los pasajeros información de sus derechos, comida, bebida, dos llamadas de teléfono gratuitas y, en algunos casos, alojamiento en un hotel. Si el retraso supone un perjuicio para el usuario hay que recopilar toda la documentación que lo pruebe y exigir una compensación económica. En caso de cancelación, la compañía debe ofrecer el reembolso del billete o un transporte alternativo hasta el destino final.
  2. ¿Qué hago si pierden o dañan mi equipaje? La compañía aérea es la responsable. Es importante que acudir al mostrador para dejar constancia por escrito de la incidencia o, si no es posible, poner su reclamación.
  3. He alquilado un apartamento o una casa rural, ¿qué derechos tengo? Si se ha contratado un apartamento en alquiler con una empresa directamente o a través de un intermediario, en caso de que las calidades o condiciones no se ajusten a lo que nos ofrecieron, habrá que reclamar directamente a esa entidad. Si esta no atiende a la reclamación en el plazo de un mes, se podrá acudir al arbitraje de consumo o a los tribunales de justicia. Si el contrato es entre particulares no rige la legislación en materia de consumo, por lo que habría que acudir al juzgado.
  4. Intercambio de casas. No suele existir un contrato por escrito y se da entre particulares a través de foros o webs. Hay que desconfiar si se nos pide un adelanto de dinero, si nos ponen dificultades para contactar o solo nos ofrecen un correo electrónico. Hay que tener en cuenta que, si el intercambio no es simultáneo, existe el riesgo de que la otra parte se arrepienta con posterioridad. Es fundamental concretar las fechas en las que se producirá, asegurarse de tener los datos de contacto del dueño de la casa por si surge algún imprevisto y asegurar el contenido de nuestra vivienda.