Un día después de que el Gobierno avisara de que respondería «con contundencia» ante el pin parental, sin descartar la vía judicial, los partidos siguieron manifestándose y, así, el PSOE bautizó como «veto» esta propuesta de Vox, que también rechaza ahora Ciudadanos.

El viernes, el Ejecutivo de Pedro Sánchez dejó claro que actuaría contra cualquier medida que vulnere los derechos de los menores y anunció que recurriría por la vía administrativa o judicial las medidas que en relación al pin parental tomen PP, Vox y Ciudadanos donde gobiernen.

Por este último partido se pronunció la vicealcadesa de Madrid, Begoña Villacís, quien reiteró el rechazo de Cs a que se permita a los padres no autorizar la asistencia de sus hijos a charlas y talleres extraescolares (la propuesta que Vox conocida como pin parental). «Es una medida en la que nosotros no creemos», zanjó.

Tanto es así que, según aseguró, el pin parental no va a ser implantado en Madrid aunque Vox lo exija como condición para apoyar los presupuestos.

Menos claro fue el presidente andaluz, Juanma Moreno, del PP. Aunque dijo que la Junta quiere ser un «espacio de libertad» y que su gobierno «no va a decir a los ciudadanos cómo tienen que educar a sus hijos», no hizo referencia expresa al pin parental.

De todos modos, el viernes su consejero de la Presidencia, Elías Bendodo, defendió esta medida.

En las filas socialistas se insistió en el rechazo a este tipo de iniciativas. El secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, pidió en Murcia que deje de hablarse de «pin parental» porque para su partido se trata de «un veto» de algunos padres respecto a la educación pública.

Para Ábalos, esta iniciativa va también contra la convención de los derechos de la infancia y contra la autonomía académica y docente, además de atentar contra la convivencia y la igualdad: «Es una hipocresía intolerable».