Quizá en sus planes electorales dentro de Estados Unidos, Donald Trump pueda sacar algo de partido de la decisión anunciada ayer de congelar, en medio de la pandemia del coronavirus, las aportaciones económicas de Washington a la Organización Mundial de la Salud (OMS), a la que acusa de haber «gestionado mal y encubierto la propagación del virus» denunciando su supuesta connivencia con China.

Lo seguro es que el mandatario norteamericano ha provocado un clamor mundial de crítica, advertencias sobre lo «peligroso» de su decisión y denuncias del brutal impacto que puede suponer una medida que Richard Horton, director de la prestigiosa publicación médica The Lancet, ha llegado a definir incluso como «crimen contra la humanidad».

Entre el torrente de voces que se han alzado contra Trump destaca la de Bill Gates, que a través de la fundación formada con su esposa, Melinda, es el segundo donante del organismo de Naciones Unidas, al que en el último trimestre aportó cerca del 10% de su presupuesto, solo por detrás del 14,67% del Gobierno de EEUU. «Detener la financiación [de la OMS] durante una crisis mundial es tan peligroso como suena», escribió en Twitter el filántropo. «Su trabajo está frenando la propagación del covid-19 y si se detiene, ninguna organización puede reemplazarla. El mundo necesita a la OMS más que nunca», apuntó.

Hay consenso en que más que probablemente la OMS ha cometido errores en esta crisis y Trump no es el único que los ha señalado. Pero también hay acuerdo fuera de la Casa Blanca en que «no es el momento» de someterlos a examen o cortar una financiación que el mandatario estadounidense ha anunciado que congela por «entre 60 y 90 días», mientras su administración acomete una investigación de la que no ha dado detalles.

Es lo que explicó el secretario general de la ONU, Antònio Guterres, que en un comunicado reconoció: «Una vez que hayamos pasado finalmente la página de esta epidemia, deberá haber un momento para mirar a fondo atrás para entender cómo tal enfermedad emergió y propagó su devastación tan rápido en todo el planeta, y cómo todos los involucrados reaccionaron a la crisis».

DEPENDENCIA // El 30% de países del mundo que no tienen capacidad para dar respuesta propia a la epidemia depende de la OMS. Y en Ginebra, el director general de la OMS, el etíope Tedros Adhanom Ghebreyesus, anunció que el organismo va a evaluar ahora cómo se van a ver afectados sus programas y operaciones después de la última decisión.