El 77% de los españoles realiza ya diariamente una comida fuera de casa, principalmente el desayuno que nueve de cada diez lo toman en un restaurante o bar, según un estudio, que revela que hacer esta primera comida del día fuera incrementa en un 17,8% el riesgo de padecer obesidad.

Son datos de la última encuesta sobre estilos de vida realizada por la Sociedad Española de Obesidad (Seedo-SEO), hecha pública ayer, que pone de manifiesto el cambio de hábitos que ha tenido lugar en nuestro país en las últimas décadas entre los que se está imponiendo el comer fuera de casa.

El estudio destaca que las personas con obesidad son las que más desayunan y las que menos cenan fuera; las que toman menos verdura o ensalada como plato principal (el 65% no la pide nunca o casi nunca) y como acompañamiento (35%) y las que optan habitualmente por un postre dulce en lugar de fruta (un 40% frente al 22% de los que tienen un peso normal).

Además de desayunar fuera hay otras variables que se relacionan con la obesidad: no tomar verdura o ensalada como plato principal incrementa el riesgo en un 43% y tomar postre dulce lo aumenta en un 20%.

Del último dato sorprende que casi el 20% de los encuestados (el 40% obesos) indica que no toma fruta como postre «porque no figura en el menú», señala el doctor Tinahones.

«Los restauradores te dicen cómo vamos a poner en la carta una manzana o una naranja si la gente va al restaurante a darse un capricho, pero no es así», porque «comer fuera de casa ha dejado de ser algo excepcional», recalca este experto, quien considera que el sector de la restauración es corresponsable en esta lucha.

Acciones

Ofrecer botellas de agua gratuitas, informar de las calorías de cada plato y ofertar medias raciones son algunas de las acciones que los restaurantes pueden poner en marcha, según el decálogo de gastronomía saludable de esa sociedad científica.

Una enfermedad que se ha duplicado prácticamente en todos los países en los últimos 20 años: en España se ha pasado de un 10 a más de un 20%.

También el entorno social influye. De hecho, tener algún familiar con obesidad aumenta en un 13% el riesgo de ser obeso y en un 12% en el caso de que sea un amigo. Estos datos validan en la población española lo que ya señaló un estudio hace 20 años, que «la obesidad era un epidemia», explicó Susana Monereo, secretaria de la Seedo.