Unas 75.000 viviendas menos vendidas en el conjunto del año, en el mejor de los casos; algo más de 200.000 transacciones menos, en la peor de las circunstancias. La crisis sanitaria causada por el coronavirus está dando lugar a un escenario recesivo en el sector inmobiliario español con un impacto que en estos momentos se mueve en una horquilla amplia, pero siempre negativa. El panorama que se dibuja en estos momentos es el de una caída de entre el 15% y el 40% de las transacciones que se producirán en España durante el presente ejercicio financiero, a juicio de Sociedad de Tasación.

El consejero delegado de la tasadora, Juan Fernández-Aceytuno, explicó ayer que un «escenario razonable de caída puede estar en torno al 25%». Sobre un total de 500.000 transacciones realizadas en el 2019, supondría 125.000 menos, lo que abundaría en una crisis severa para sector. Y según señaló Fernández-Aceytuno, la recuperación será algo más lenta. «Puede que no volvamos al ritmo de ventas que hemos dejado atrás hasta, como pronto, el mes de diciembre», comentó.

La caída es inevitable. «Puede que los primeros síntomas de recuperación se aprecien en junio, julio y agosto, y no se hagan más visibles hasta el último trimestre», comentó el experto. Lo que quiere decir que el agujero de la V de la recuperación esperada no se va a cerrar por lo menos hasta diciembre. Es decir, la recuperación tendrá forma de V, pero el tramo de salida tendrá una tendencia bastante más horizontal que el de bajada.

Es el dibujo que ha mostrado la reacción de la economía ante crisis pandémicas anteriores, como en la del SARS y en la actual del coronavirus en China, en las que se produjo un parón vertical de las ventas mucho más que de los precios, que cayeron menos.