La 13 edición del Congreso Nacional de Medio Ambiente (Conama) abrirá sus puertas mañana hasta el 1 de diciembre en el Palacio Municipal de Congresos de Madrid, donde se reunirán representantes de administraciones, empresas, emprendedores, comunidad científica y oenegés afines al sector.

Las mayores preocupaciones serán los nuevos retos a cumplir tras la firma del Acuerdo de París y los compromisos adquiridos en la Cumbre del Cambio Climático de Marrakech (Marruecos) para mitigar los gases de efecto invernadero (GEI), responsables de calentamiento global.

Desde 1992, el Conama es un «espacio abierto» donde aprovechar las oportunidades para establecer contactos y debatir con profesionales del medio ambiente para «impulsar el cambio a una economía baja en carbono».

Las actividades programadas buscarán nuevas ideas para mejorar el conocimiento y las capacidades en nueve campos: energía, ciencia y cambio climático, movilidad, renovación urbana, desarrollo rural, biodiversidad, agua, calidad ambiental, residuos y economía y sociedad.

Uno de los temas con más problemas a tocar durante este congreso que se celebrará los próximos días es el del agua dentro de la economía circular, la sequía, la resiliencia y la adaptación, los usos urbanos, los planes hidrológicos, y los retos y oportunidades que hay en Iberoamérica.