Un centenar de personas se concentraron ayer en Blanes (Girona) a raíz de la muerte el pasado domingo de una niña de ocho años que esperó más de dos horas una ambulancia que debía trasladarla desde el Hospital Comarcal de la Selva al de referencia de la provincia, el Trueta de Girona. Entre los vecinos se encontraba su abuela Olga. La mujer, en declaraciones a Efe, explicó entre lágrimas que la niña, Julieta, nunca tuvo más enfermedad que «resfriados y gripes». EFE