El sector de la escuela concertada ha expresado su malestar por su exclusión de la ayuda de 2.000 millones del fondo Covid-19 para Educación, según consta en el borrador del Plan para la Reconstrucción Social y Económica aprobado en el marco de la Comisión de Reconstrucción tras la pandemia, un hecho que tacha de «muy grave», por lo que no descarta medidas como una huelga educativa en septiembre.

«Quieren hacer una guerra ideológica en la que nosotros no participaremos, pero están creando unas diferencias notables entre unos alumnos y otros, y es ahí donde sí nos encontrarán», declaraba ayer el presidente de la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y padres de Alumnos (Concapa), Pedro José Caballero, que advirtió de que se trata de un hecho «muy grave». «Si todos hemos pasado la pandemia y hay que hacer frente a unos gastos para adecuar los centros educativos, los centros concertados tendrán esos mismos gastos», argumentó, para después solicitar que se reconsidere la decisión. En caso contrario, según ha avisado, se verán obligados a pedir «amparo» a los organismos de la Unión Europea e internacionales competentes ante lo que consideran una «clara discriminación».

«REVÉS» PARA LAS FAMILIAS / Para la Confederación de Familias y Padres de Alumnos (Cofapa), supone «un duro revés» que el Plan para la Reconstrucción Social y Económica «discrimine a las familias que, para educar a su hijos, han elegido colegios concertados».