Hay más mujeres teniendo hijos a los 40 que a los 25 en España, un país donde ellas retrasan la maternidad un lustro más de lo que les gustaría. Porque, tal y como señalan los expertos, no se trata de que no se quiera, sino de que no se puede. En el primer semestre del 2018 se registró el menor número de bebés nacidos (178.794) desde 1941. La baja natalidad preocupa a la política. A los demógrafos, sin embargo, les inquieta más la fecundidad, como explica Albert Esteve, responsable del informe La infecundidad en España: ¡tic-tac, tic-tac, tic-tac!.

Además, la última encuesta de fertilidad del Instituto Nacional de Estadística (INE) revela que este nivel --en mujeres y hombres-- está por debajo del deseado. «Los datos muestran que ellas son madres un promedio de cinco años más tarde de su edad ideal (de 27 a 32 años). También vemos que un poco más de la mitad de quienes no van a ser madres hubieran querido serlo. Es decir, vivimos en una sociedad donde se quiere, pero no se puede», señala.

PROBLEMAS DE FECUNDIDAD // Para el especialista, erran quienes consideran que el retraso es fruto de cambios de tipo cultural o de valores. Sí señala cambios de actitud antes de los 27 años, cuando muy pocas se plantean ser madres. En el primer semestre del 2018, 2.051 mujeres de 25 años tuvieron un hijo frente a las más de 3.000 con 40. El problema está en la treintena. Entre los 30 y 34 años, solo un 9,4% dicen no querer serlo. «Hay un 25% de personas que no son madres y padres porque no tienen pareja. Más de un 40% alude a aspectos de tipo material: a dificultades económicas o para conciliar trabajo y familia», sostiene el demógrafo.

Y a partir de los 38-40 aparece un tercer grupo con estabilidad económica, pero también con problemas de fecundidad. Con ellas trabaja la doctora Marisa López Teijón, quien asegura que a los 35 años la reserva ovárica está en torno al 10%. La calidad es peor. El sistema de separación de cromosomas no es igual que a los 25, lo que lleva a más dificultad para formar el embrión y a un aumento de abortos. «El 15% de las parejas y el 18% de las mujeres necesitan ayuda, pero solo el 22% de las pacientes estériles llegan a consultar con un médico. Esto es muy triste. Hay un problema de información», apunta.

En esa línea, Esteve considera que hay pocas ayudas para las personas de 30 a 34 años, edades que deberían estar «blindadas». Coincide la profesora de la Universidad Carlos III Silvia Clavería, quien piensa que se debe ayudar a los jóvenes a emanciparse con medidas como el aumento del dinero para viviendas de protección oficial, guarderías gratuitas, permisos para madres y padres y prestaciones por hijo a cargo.

«El estado de bienestar ha sido ciego al género. Se deben establecer políticas donde el Estado asuma el trabajo reproductivo de las mujeres», explica. Solo así, señalan los expertos, las mujeres en España podrán ser madres.