Madrid El 14 de octubre del 2015 Diego González, de 11 años, se tiró por la ventana del quinto piso de su domicilio familiar de Leganés. En el alféizar había dejado una nota. “Mirad en Lucho”. Junto al muñeco, los padres hallaron un cuaderno en el que se despedía y contaba el por qué: “No aguanto ir al colegio y no hay otra manera de no ir. Por favor espero que algún día podáis odiarme un poquito menos”. Los padres están convencidos de que Diego fue víctima de acoso escolar, pero tres meses después, la investigación se ha cerrado sin resultados. Para evitar que el asunto quede en el olvido, ayer difundieron la carta a través de la web de ‘El Mundo’.