El BNG y Galiza Nova continúan con su campaña para exigir la "devolución al pueblo" del Pazo de Meirás. Este miércoles, una veintena de militantes de ambas fuerzas han entrado en el edificio propiedad de la familia Franco, ubicado en el municipio coruñés de Sada, y han desplegado varias pancartas.

La "conquista" u "ocupación simbólica" se ha producido en la mañana de este miércoles, cuando han colgado dos pancartas, una horizontal y una vertical, con los siguientes lemas en gallego: 'El pazo es del pueblo gallego', 'Que nos devuelvan lo robado' y 'Franquismo, nunca máis!'.

En declaraciones a Europa Press, el secretario general de Galiza Nova, Alberte Fernández, ha explicado que, con esta iniciativa, buscan que el inmueble "sea devuelto al pueblo" al considerar que es "un total despropósito que siga perteneciendo a la familia promotora de una dictadura".

Asimismo, ha destacado que, aunque la idea inicial era "aprovechar el régimen de visitas" para llevar a cabo esta "ocupación simbólica", la entrada se produjo sin autorización ante "los obstáculos" que, según ha denunciado, "la Fundación Franco pone para visitar el Pazo".

En Twitter, el BNG ha colgado las declaraciones de su diputado Luis Bará, en las que denuncia la "complicidad del PP con el franquismo, la familia Franco y la fundación" y confía en que la iniciativa que su partido ha llevado al Parlamento Europeo haga cambiar de opinión a los conservadores.

Una vez desplegadas las pancartas y tras colgar la bandera gallega con la estrella roja, la 'estreleira' o 'bandera de la Patria', en el mástil del Pazo de Meirás, los militantes del Bloque se han concentrado en las inmediaciones del inmueble para exigir, una vez más, que "sea devuelto al pueblo".

La iniciativa coincide con el anuncio de la Fundación Nacional Francisco Franco, que se encarga de gestionar las visitas, de que aprovechará el dinero recaudado con la venta de entradas al pazo para exaltar la "grandeza" del dictador. El pazo, residencia de verano de Emilia Pardo Bazán que pasó a manos de Franco tras su muerte, está catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC) desde el 2008 y debe organizar visitar al menos cuatro días al mes.