Hace no tantos años, para consumir contenido erótico había que desplazarse al videoclub del barrio o comprar revistas subiditas de tono en el quiosco. Pero las barreras que esto suponía desaparecieron con la irrupción de internet y las nuevas tecnologías: la pornografía llegaba a las manos de cualquier persona con la rapidez y facilidad que supone un clic en el smartphone.

Esta facilidad de acceso y difusión de contenidos pornográficos no estuvo exenta del alcance de los más jóvenes, cuya edad de iniciación en el consumo de porno ha ido siendo cada vez menor, teniendo actualmente sus primeros contactos con este contenido alrededor de los ocho años.

La situación actual provocada por el coronavirus, encerrados en casa, con la vista fija en las pantallas más horas de las habituales y con el contacto físico y la vida social reducido en grandísima medida han provocado que el consumo de pornografía durante el confinamiento haya alcanzado cotas elevadísimas. En concreto y según recoge el último informe de Pornhub, el sitio web de pornografía más grande del mundo, el consumo de contenidos para adultos aumentó hasta un 61,3% en España, durante las primeras semanas de cuarentena en casa provocada por el coronavirus.

EDADes // La psicóloga y sexóloga Lara Avargues señala al respecto que «la edad media en que los adolescentes se inician en el consumo de pornografía son los 14 años en el caso de los hombres y los 16 en las mujeres». «Sin embargo, al menos uno de cada cuatro varones ha comenzado a visualizar este tipo de material antes de los 13 y se observa que la edad a la que se empiezan a encontrar estos contenidos se ha adelantado a los 8 años», dice.

En esta tesitura, cabe preguntarse cuáles son los efectos que tiene el consumo de porno en los jóvenes a edades tan tempranas. Lara Avargues explica que «el consumo de pornografía puede estar relacionado con los cambios observados en los últimos años en los hábitos sexuales y las formas de relacionarse entre los y las adolescentes», indica.