Aprincipios de mayo, la ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, daba por hecho que el próximo curso sería mixto. En caso de seguir sin vacuna o tratamiento médico, las escuelas combinarían la enseñanza presencial y on-line como medida de prevención frente al coronavirus. Celaá, sin embargo, ayer aseguró que el año académico será «bien organizado y presencial». El paso siguiente es cómo hacerlo posible. Los centros entran ahora en una contrarreloj para buscar espacios donde ubicar a los alumnos y contratar profesores. La recomendación del ministerio es que haya un máximo de 20 alumnos por aula, en lugar de los 15 que se barajó hace semanas. Además, a partir de 5º de primaria se impone una distancia de metro y medio entre mesa y mesa.

Las palabras de Celaá suponen un bálsamo para madres y padres, que veían con estupor cómo la desescalada ha llegado a todos los sectores, incluido el del ocio nocturno, menos al de la enseñanza. Meses después del inicio de la pandemia, la evidencia científica señala que la población entre 0 y 19 años supone el 1,37% de los casos de coronavirus. Es un argumento que ahora esgrimen Educación y Sanidad para impulsar la enseñanza presencial. Sabido es que los niños apenas desarrollan síntomas. Pero casi nada se sabe sobre si lo transmiten.

riesgo // Bajo la premisa de que el riesgo cero no existe, la escuela será presencial pero con medidas de precaución. Al menos, así consta en el documento que Celaá entregará hoy a los consejeros de Educación, que tienen las competencias transferidas. El texto propone para las etapas de infantil y primaria -hasta 4º incluido- que se establezcan grupos estables, idealmente con 15 alumnos y con un máximo 20. Estos podrían «socializar sin mantener la distancia interpersonal de forma estricta porque es un grupo de convivencia estable». Será algo así como «una burbuja, una familia», en palabras de la ministra. Mientras, en 5º y 6º de primaria, así como en ESO y bachillerato los espacios se reorganizarán de forma que se cuente con una separación de al menos metro y medio entre las mesas.

Respecto al uso de la mascarilla, en infantil no será obligatoria. Tampoco hasta 4º si el alumno está en su «grupo estable de convivencia». Si sale de esa «burbuja» sí que la deberá llevar cuando no pueda mantener la distancia de metro y medio.