Las crisis económicas suelen cebarse con las familias más desfavorecidas. Pero la vulnerabilidad no solo llama a la puerta de los hogares, también se recrudece en las escuelas con alumnos sin recursos. En la recesión que empezó en el 2008 se superó el 30% de chavales que, tras la Secundaria, dejaban los estudios en España. Ni Bachillerato ni Formación Profesional: la nada. Ahora, diversos expertos de la Fundació Bofill, con el temor de que se reproduzcan con la crisis del coronavirus muchos de los males educativos de entonces, alimentados por morrocotudos recortes en el presupuesto público, han elaborado una guía con la que interpelan a los distintos gobiernos para que atiendan las necesidades urgentes de los colegios de alta complejidad. En definitiva, para no dejarse a nadie por el camino.

Esta entidad privada ha ideado 30 medidas de aplicación inmediata y otras 20 que deberían desplegarse en los próximos tres años. Entre lo obvio y ya previsto, el esfuerzo que debe realizarse para no ensanchar más si cabe la brecha digital, esto es, que los hogares sin tecnología reciban medios (ordenadores, tabletas, teléfonos móviles o tarjetas para acceder a internet) de manera que puedan seguir de la mejor manera posible todas las tareas que propongan periódicamente los maestros desde sus casas.

desempeño // Ismael Palacín, director de la fundación, usa la palabra «acompañamiento» para definir el papel que deben de-sempeñar los docentes hasta que termine el curso. O incluso más allá, pues plantean un programa de actividades de verano capaz de adaptarse a todo el territorio que contemple «acompañamiento emocional tras el confinamiento y refuerzo educativo, pero no replicando los esquemas instructivos propios del curso», indica. Para ello, por ejemplo, se reclama ampliar el plan de becas para dar prioridad a los niños procedentes de familias vulnerables.

Respecto al inicio de próximo curso, las medidas propuestas contemplan que cada centro educativo cuente con un plan de acogida poscrisis, con una evaluación inicial que valore aspectos cognitivos y emocionales y en el que se impliquen docentes y familias en espacios de reflexión compartida y donde los tutores jueguen un papel relevante.

El jefe de proyectos de investigación de la Fundació Bofill, Miquel Àngel Alegre, también insta a implantar una «promoción automática de curso» y a eliminar la repetición de curso tanto en primaria como en secundaria. Solo en cuarto de la ESO plantean algún tipo de prueba extraordinaria para recuperar contenidos. Pero por encima de todo, este experto pone el acento en el absentismo escolar, pues después de tantas semanas sin rutinas escolares podría acentuarse, volviendo a cifras y problemáticas que en algún momento llegaron a darse por superadas. Lo dicho, el objetivo: que nadie se baje del autobús de la educación por culpa de un coronavirus.