De las al menos 305 muertes que ha provocado el nuevo coronavirus, ayer se registró el primer fallecimiento fuera de las fronteras chinas. Se trata de un ciudadano de este país que procedía de Wuhan, la ciudad epicentro del brote, que había viajado a Filipinas el 21 de enero con su mujer, también china, y que murió ayer pese a que en los últimos días había mostrado mejoría. «Sin embargo, la condición del paciente se deterioró en las últimas 24 horas», según comunicó el responsable de salud filipino, Francisco Duque. La víctima tenía 44 años y en un principio solamente presentaba tos, fiebre y dolor de garganta.

Y es que el nuevo coronavirus, pese a que sigue cebándose con China, donde se han producido el 98% de los más de 14.600 contagios, avanza preocupantemente hacia el sudeste asiático. En Filipinas solo se tiene constancia de dos infectados, el fallecido y su esposa, que ya no presenta síntomas, pero en Japón hay 20 casos, 18 en Singapur, 15 en Corea del Sur, 14 en Hong Kong, 8 en Malasia, etc. Para tratar de frenar la expansión del virus, las autoridades de muchos de estos países han suspendido los vuelos con el gigante asiático, han prohibido las entradas de viajeros de este país o han cerrado las fronteras, pese a que la OMS, en la declaración de emergencia internacional, no aconsejó restricciones en los viajes y el comercio con China, unas instrucciones que España comparte.

En China llega el fin de las vacaciones por el año nuevo lunar, que debido a la epidemia, se alargó hasta ayer, salvo en la provincia de Hubei, cuya capital es Wuhan, donde el periodo vacacional se ha extendido hasta el 13 de febrero. También los centros escolares del país permanecerán cerrados hasta nuevo aviso. Pero en la mayoría de empresas hoy comienza la actividad normal y por ello millones de chinos se desplazaron este fin de semana hasta sus casas, mediante trenes, aeropuertos y carreteras, donde las medidas de control se han multiplicado.

En España, la Agència de Salut Pública descartó el segundo caso sospechoso en Cataluña. Se trata de un niño de ocho años procedente de Wuhan que cumplía los criterios clínicos y epidemiológicos para realizarle las pruebas de coronavirus, que resultaron negativas. El menor en un principio fue atendido en el Hospital Clínic, pero después fue trasladado al Sant Joan de Déu, el centro de referencia pediátrico en caso de enfermedades contagiosas.

único caso / En España se han descartado al menos 16 casos y solo se ha confirmado el de un turista alemán que se contagió en su país. El infectado está «asintomático» y al haber sido ingresado en un módulo de aislamiento en un hospital de La Gomera al día siguiente de llegar, las posibilidades de que haya propagado el virus son escasas. Solo se localizó una persona con la que mantuvo un contacto «estrecho», que va a realizar una autocuarentena.