Como en casa, en ningún sitio. Son muchos los que cumplen el sabio refrán también en Nochevieja. Vayan para ellos algunas propuestas e ideas para despedir el año sin salir del salón.Hay vida y diversión más allá de los enlatados especiales televisivos. Y lo mejor, para los afortunados anfitriones, es que con unos pocos pasos, más o menos zigzagueantes, se lleva el resacón a la cama.

LOS PREPARATIVOS

Ágape aparte, la jornada del 31 de diciembre puede ser todo un trajín para los supersticiosos y amantes de los rituales. Empecemos por las 12 uvas. El número está claro, pero no así las condiciones -con piel o sin piel; con pepitas o no- en las que debe ingerirse la fruta. Hay incluso quien, para asegurarse un tránsito más fácil y no perder el ritmo del carillón, selecciona las más pequeñas. Que se sepa, en esta tradición centenaria el tamaño no importa.

También se dice que trae buena suerte brindar con un anillo de oro en la copa de cava o champán -ojo que solo hay que tragar el espumoso, la joya no-; empezar el año con el pie derecho y llevar ropa interior de color rojo que, según cuentan, garantiza el 69 para los próximos 365 días. Por otros lares triunfa la lencería amarilla -supone bonanza económica- o verde -salud-.

Siguiendo con rituales de importación, si desean un año pródigo en viajes, saquen una maleta a pasear (una vuelta a la manzana) y para limpiar el hogar de las malas vibraciones, echen un cubo de agua por la ventana. Eso sí, asegúrense antes de no aguarle la fiesta a nadie. En países latinos es bienvenido el fuego purificador: queman muñecos hechos de trapos viejos. Hay una versión pirotécnica más modesta y segura: escribir en un papel los disgustos pasados y prenderle fuego. También se pueden apuntar los deseos para el 2017 y, tras los repiques, dejarlos bajo la almohada.

CAMPANADAS EN LA TELE

Elegir el canal para tomar las uvas no es cuestión baladí y en ocasiones el espíritu navideño se esfuma y entra en acción la última batalla familiar del año viejo o la primera del nuevo. Con las cadenas sacando toda su artillería para ganar a la competencia, la guerra del mando a distancia está servida. Vayamos a por algunos ejemplos del menú de la discordia. TVE-1 apunta al éxito con el regreso de José Mota, que ha urdido una trama política a la altura de ese personaje de cómic elegido para llevar las riendas del país más poderoso. La cadena vuelve a elegir a Anne Igartiburu -francotiradora con 12 años de experiencia-para que dispare sin errar las 12 campanadas, esta vez acompañada de los chefs Jordi Cruz y Pepe Rodríguez.

En Antena 3 el también cocinero Alberto Chicote hará lo propio con una Cristina Pedroche que sus admiradores esperan vuelva a lucirse, transparencias mediante. Más arriesgados, a los de TV-3 no les tiembla el pulso a la hora de confiar los 12 segundos más importantes del año a un par de jóvenes novatos, Carlos Cuevas y Elisabet Casanovas, curtidos en la serie 'Merlí'. Antes volverán a verse las caras, caricaturizadas en versión clown, Guardiola y Mourinho. La pareja que más juego ha dado en torno a un balón fuera de las canchas resumirá las hazañas deportivas del 2016.

Carlos Sobera y Lara Álvarez acompañarán el cambio de calendario desde la Puerta del Sol en los canales de Mediaset y Frank Blanco e Irene Junquera, de 'Zapeando', lo harán para La Sexta.

BAILE CON LA 2

Nada mejor que empezar a rebajar los kilos extra de los excesos saltando a la pista del salón de casa a marcarse unos bailes. La 2 facilita el meneo con su excelente 'Cachitos de hierro y cromo', que tras una primera parte con actuaciones del mítico local madrileño Rock-Ola ofrecerá un apetitoso viaje a través de la mejor música de todos los tiempos. Además, aquí están varias listas creadas para la ocasión en Spotify (http://www.elperiodico.com/es/noticias/sociedad/discoteca-indispensable-para-fin-ano-4782032).

¡A JUGAR!

Los que prefieran cantar pueden animar la parranda con el karaoke de Singstar. Aprovechen, que este sábado los vecinos no se quejarán. Dar la nota entra en el menú, y con las burbujas haciendo de las suyas es buen momento para un improvisado concurso de chistes o coreografías. Hay anfitriones que, con premeditación y alevosía, convierten la cita en noche temática. Del Oeste a Bollywood, con ensayos previos de bailes, músicas y recetas exóticas para la cena.

No es esta una velada para darle al tarro, así que los que optan por los juegos de mesa apuestan por los más sencillitos o por divertimentos como el de adivinar películas (vía gestos) o personajes. Pero ahí están siempre, para los más serenos, el Catán, Trivial, Pictionary, Scrabble, Pasapalabra... Los más picantes tienen el Strip poker, que el buen tiempo acompaña, y desde estas líneas reivindicamos una tradición muy nuestra en vías de extinción entre las nuevas generaciones: la baraja española. Que sepan que es una excelente manera de darle marcha a las neuronas. El subastado, el remigio, la brisca, el tute, las siete y media... O, si no hay nadie más a mano, el solitario.

NOCHEVIEJAS DE FICCIÓN

Jack Lemmon se libró a última hora de una Nochevieja de solitarios y acabó felizmente jugando a las cartas con Shirley MacLaine en ‘El apartamento’ de Billy Wilder. La inolvidable comedia resulta una magnífica alternativa para los que este sábado opten por acomodarse en el sofá y ver pasar tranquilamente la vida de los otros. Agregamos aquí algunas otras vidas ficticias con un 31 de diciembre en la trama para mantener algún contacto con la realidad. Las hay para todos los ánimos.

Los románticos lo tienen fácil. Cuentan con una Meg Ryan que franqueó al menos dos veces el umbral del Nuevo Año tras la claqueta. En 'Cuando Harry encontró a Sally' el título ya adelanta cómo acabó la noche (con Billy Crystal declarándole su amor entre confeti). Ryan repitió encuentro, beso y fuegos artificiales en la más edulcorada 'Algo para recordar', esta vez con Tom Hanks y en el Empire State, un guiño al clásico 'Tú y yo' que lustros antes unió a Cary Grant y Deborah Kerr. La indie 'Buscando un beso a medianoche', las historias cruzadas de 'Noche de fin de año', la imprescindible 'El crepúsculo de los dioses' y títulos como 'El diario de Bridget Jones', 'La aventura del Poseidón', 'Sexo en Nueva York', 'Four rooms', 'No controles', 'Mi gran noche' y 'El fin de los días' aportan otras variopintas experiencias con las que uno puede identificarse, reír, temblar o llorar. Una noche de película sin salir de casa.