Si los analgésicos no son efectivos para combatir los excesos de los brindis de los cotillones, la empresa cordobesa Wug ha creado los chicles After Party para ayudas al organismo a metabolizar mejor las toxinas del alcohol.

En un viaje a EEUU, el ingeniero José Luis Rojano y su socio Jordi Claramonte descubrieron una goma de mascar con cafeína consumida por los marines para misiones especiales de rescate y se inspiró en ella porque “las propiedades se asimilan más rápidamente por el organismo a través de la saliva, sin dañar el aparato digestivo ni el hígado” acelerando el efecto de los componentes.

Es decir, para combatir la resaca de las fiestas solo hace falta mascar el chicle durante cinco minutos para que la vitamina B6, B12, C y el extracto de guaraná y piña sean absorbidos en un 95% por nuestro organismo a través de la saliva, explicó el experto en mercadotecnia internacional Federico Calzado, otro cordobés que forma parte del proyecto.

Wug nace en noviembre del 2014 y desarrolla chicles funcionales: energéticos, saciantes, vigorizantes y hasta aceleradores del bronceado, compuestos por productos naturales y elaborados por un equipo médico y farmacológico de I+D internacional que fabrica las gomas mascables, patentadas en 180 países, a la venta en 6.000 farmacias en España. H