La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado al empresario Miguel Ángel Flores a cuatro años de cárcel como autor de cinco delitos de homicidio por imprudencia grave la noche de la tragedia del Madrid Arena en la que murieron cinco jóvenes. Los magistrados consideran acreditado que las muertes y las lesiones de otras 29 personas se produjeron como consecuencia del sobre aforo existente -al haber entrado al recinto alrededor de 16.600 personas-, del cierre de vomitorios y escaleras -con lo que se dificultó el tránsito de los asistentes por el pabellón- y de haberse derivado la entrada del público a través de las puertas de emergencia directamente a la pista.

Además, el tribunal considera que Flores actuó intentado conseguir en todo momento el máximo beneficio económico y lo inhabilita para el ejercicio profesional de cualquier actividad en relación con la organización y celebración de eventos durante el tiempo de condena.

La Sala considera también culpables de cinco delitos de homicidio por imprudencia y lesiones al responsable de Madridec, Francisco del Amo, y al director general de Diviertt, Santiago Rojo, a los que condena a tres años de prisión, y a Miguel Ángel Morcillo, de Diviertt, y a Carlos Manzanares, de Kontrol 35, a los que se les impone una pena de dos años, seis meses y un día de prisión.

ABSOLUCIONES

Los jueces absuelven al exjefe de la policía municipal de Madrid,Emilio Monteagudo, porque consideran que los fallos en el control del botellón que tenía lugar fuera del pabellón "en absoluto guardan relación con el sobreaforo existente en el Madrid Arena esa noche". Un sobreaforo que, según la setencia, "ni la Policía Municipal, ni especialmente el acusado Emilio Monteagudo pudo conocer y controlar". Monteagudo era el único alto cargo municipal acusado y lo fue sólo por las acusaciones particulares de las familias, dado que el fiscal ya lo había exonerado de cualquier responsabilidad.

Los médicos Simón y Carlos Viñals, padre e hijo, también han sido absueltos por el tribunal. El fiscal les pedía un año y seis meses de cárcel por negligencia profesional grave al no haber practicado maniobras de reanimación a tres de las fallecidas. Los jueces argumentan que no se ha probado que de haber actuado correctamente las chicas se hubieran salvado. El padre, Simón, fue durante 17 años concejal del Ayuntamiento de Madrid por el PP.

LAS VÍCTIMAS

Katia, Cristina, Rocío, Belén y María Teresa fueron las cinco víctimas mortales. Tenían 17, 18 y 20 años. Las cinco compraron una entrada para asistir a una fiesta de Halloween; las cuatro primeras no volvieron a casa aquella noche. La quinta permaneció un mes hospitalizada, ingresada en la Fundación Jiménez Díaz, hasta que también falleció.

La muerte de las cinco jóvenes causó una tormenta política que marcó el inicio del declive de la alcaldesa Ana Botella, sobre todo porque a las pocas horas se hallaba en Portugal en un viaje de placer. Tres pesos pesados de su equipo acabaron dimitiendo por su relación con la organización del evento o su estrecha amistad con Miguel Ágel Flores: el vicealcalde, Miguel Ángel Villanueva; el delegado de Economía y Empleo, Pedro Calvo; y el de Medio Ambiente, Seguridad y Movilidad, Antonio de Guindos.