Siete de cada 10 empresarios prevé una caída de ventas superior al 50%. Una afectación fruto del coronavirus que se expande e intensifica con rapidez, pues hace dos semanas la proporción de compañías que hacía dicho balance era del 29%. Así lo recogen las últimas estimaciones de la consultora KPMG, publicadas ayer en un estudio que no tienen en cuenta las últimas restricciones de la actividad impuestas por el Gobierno. «Las empresas están anticipando una caída brusca de su facturación, así como de las inversiones que tenían previstas», apunta el presidente de KPMG en España, Hilario Albarracín.

La bajada de actividad tendrá un impacto directo sobre las plantillas. El 28% de las empresas ya ha recurrido a un ERTE para reorganizarse; aunque en sectores especialmente afectados por la parada, como el turismo, el ocio o la automoción, dicho porcentaje es mucho más alto.

De momento, las cifras oficiales arrojan un balance de más de 270.000 expedientes en toda España que superan los dos millones de trabajadores afectados.

No todas las reestructuraciones serán temporales. Cuatro de cada 10 empresarios reconocen que para paliar los efectos económicos de la pandemia optarán por los despidos y que plantean una reducción de plantilla de hasta el 25%. Una destrucción de empleo que explica, entre otros motivos, la decisión del Gobierno de prohibir los despidos objetivos justificados por el efecto del covid-19; así como la de establecer la prórroga automática de los contratos temporales.

Uno de cada tres empresarios reducirá la partida de capital que tenía reservada para inversiones, ante la incertidumbre y los riesgos derivados de la actual emergencia. Una proporción que se ha intensificado rápidamente desde que se decretó el confinamiento, cuando entonces solo respondía al 18% del empresariado.