Sueño cumplido. Unai es un niño de 9 años que nació sin brazo izquierdo y desde pequeño llevaba una protésis ortopédica que apenas usaba porque le resultaba "muy pesada". Un día vió con su familia en televisión que en Estados Unidos fabricaban implantes biónicos más ligeros hechos con una impresora 3D.

A su madre, Mónica Martínez, le recomendó un amigo que contactase con el centro de Formación Profesional de Don Bosco en Rentería, Guipúzcoa. Allí, un grupo de cuatro estudiantes de electrónica de primero y segundo curso dirigidos por dirigido por el profesor Carlos Lizarbe han logrado desarrollar un proyecto pionero en España.

SIN COSTE PARA LA FAMILIA

La fabricación fue un poco más complicada de lo habitual porque se tuvo que construir la extremidad completa, pero pocos mesesdespués Unai rebicía la prótesis soñada, él mismo eligió los colores y además no tuvo que pagar nada por formar parte de un proyecto solidario. Un implante biónico llega a costar unos 6.000 euros pero esta, por ser en 3D, vale unos 10 euros.

Este niño de Arteixo, en A Coruña, se ha convertido en el primer español en recibir un brazo ortopédico dentro del programa promovido por la red de filantropía internacional Enabling the Future, con base en Estados Unidos, que tiene por objetivo facilitar el acceso a estos dispositivos de bajo coste a todas las personas que los necesiten. Los ingenieros diseñan prótesis y publican en internet cómo fabricarlas con una impresora 3D.

El mismo equipo de estudiantes vascos acaba de hacer otra prótesis para un niño de Zaragoza de tres años.