La Agencia Espacial Europea (ESA), junto a la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA), lanzará su primer satélite hacia Mercurio este sábado 20 de octubre. A bordo de un Ariane 5 desde el Puerto Espacial Europeo de Kurú (Guayana Francesa) BepiColombo pondrá rumbo al planeta más cercano al Sol con el objetivo de descubrir muchos de los secretos que aún guarda celosamente. El lanzamiento está programado para las 1.45 GMT (3.45 CEST).

BepiColombo será la tercera sonda en visitar Mercurio tras la de Mariner 10, lanzada a mediados de los 70, y Messenger, que operó entre 2011 y 2015, ambas de la NASA. Esta nueva misión intentará resolver cómo se originó Mercurio y cómo evolucionó desde entonces hasta la actualidad. Para ello, va a estudiar su superficie y su interior, la composición y la dinámica de su exosfera, la estructura y la dinámica de su magnetosfera y el origen de su campo magnético.

Aunque el despegue de la misión está previsto para este sábado, BepiColombo tardará más de siete años en llegar hasta su destino. Durante este tiempo la misión sobrevolará una vez la Tierra, dos veces Venus y seis veces Mercurio, antes de entrar en órbita del planeta, hecho previsto para marzo de 2026.

DOS MISIONES EN UNA

Esta nueva misión incorpora dos principales instrumentos científicos bautizados como el Orbitador Planetario a Mercurio (MPO o 'Bepi'), de la ESA, y el Orbitador Magnetosférico de Mercurio (MMO o 'Mio'), de la JAXA. El MPO observará el planeta desde su órbita, estudiando composición, topografía y morfología de su superficie y su interior, mientras que el MMO se centrará en el estudio del entorno del planeta y su magnetosfera. Será la primera vez que dos orbitadores realicen observaciones coordinadas y simultáneas desde puntos diferentes del entorno de Mercurio.

Asimismo, ayudará a los científicos a comprender mejor la formación y evolución del Sistema Solar, contribuyendo así al entendimiento de cómo los planetas más interiores de otros sistemas extrasolares se forman y evolucionan. La misión también buscará confirmación de la existencia de hielo de agua y si procede de impactos de cometas, al tiempo que intentará responder a por qué su campo magnético se encuentra alejado 400 kilómetros con respecto al centro del planeta.

CONDICIONES EXTREMAS

Mercurio es el planeta más cercano al Sol (llega a aproximarse a poco más de 46 millones de kilómetros durante su perihelio) y también es el más pequeño del Sistema Solar. Esas circunstancias conllevan a que su estudio con sondas espaciales sea más complicado del que suele ser habitual en este tipo de misiones.

De hecho, uno de los principales retos de la misión es la enorme gravedad del Sol, que dificulta la puesta de las naves en una órbita estable alrededor de Mercurio, por lo que se necesita aún más energía que para enviar una misión a Plutón.

Tras el lanzamiento, y una vez fuera del "pozo gravitatorio" de la Tierra, BepiColombo tendrá que frenar constantemente contra la atracción gravitacional del Sol. Además, al tratarse del planeta más cercano al Sol, tendrá que soportar unos cambios de temperatura extremas, que van desde los -170º a los 450º C, pero también una radiación solar diez veces más intensa, un flujo infrarrojo 20 veces más alto que en la Tierra, una radiación ultravioleta muy intensa y el viento solar soplando a una velocidad de 400 kilómetros por segundo, entre otros.