La histórica reunión sobre los abusos a menores por parte del clero en la que se dará cita la jerarquía católica del 21 al 24 de febrero en el Vaticano será «un punto de inflexión» para la Iglesia, según se explicó ayer lunes durante su presentación a la prensa.

Uno de los miembros del comité organizador de esta reunión, el arzobispo de Chicago (EEUU), Blase J. Cupich, declaró que la reunión será «un momento crucial» y «un punto de inflexión» en la Iglesia para que tome conciencia de su responsabilidad.

El también miembro del comité organizador y secretario adjunto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el maltés Charles Scicluna, subrayó la necesidad de que «se rompa con el código de silencio, con la complicidad y con la negación, porque la vedad es lo que realmente cuenta».

El moderador de la reunión, el exportavoz vaticano Padre Lombardi, dio los números y el programa de esta inédita reunión, en la que participarán unas 190 personas, entre ellos 114 presidentes de conferencias episcopales de todo el mundo, representantes de las congregaciones masculinas y femeninas, los jefes de varios dicasterios y expertos.

La cumbre será precedida por una reunión que el comité organizador mantendrá con una docena de víctimas, entre ellas Miguel Hurtado, quien denunció al monje de Montserrat Andreu Soler.