El enviado especial de la ONU de la Cumbre para la Acción Climática, Luis Alfonso de Alba, se mostró "satisfecho" con el resultado de la reunión en la que 77 países presentaron sus planes para avanzar hacia un planeta sin emisiones de carbono en el año 2050.

Sin embargo, el diplomático, en la línea del secretario de la ONU, António Guterres, advirtió de que queda mucho camino por hacer. "De manera global, el resultado es bastante positivo", dijo de Alba, antes de subrayar que "claramente hay un momento sobre la urgencia de actuar", un impulso que, según él, "ha quedado claramente evidente" en las presentaciones del día. "Si no hubiéramos convocado esta cumbre estaríamos mucho más atrás", apuntó.

Seguimiento a los compromisos

De Alba, que reconoció la fuerza del movimiento climático juvenil y su contribución a los resultados de la reunión, advirtió sobre la importancia de hacer un seguimiento de los compromisos mostrados por los participantes, entre los que además de jefes de Estado y de Gobierno, participaron empresarios, responsables locales y representantes de la sociedad civil.

El diplomático mexicano, que destacó el número de compromisos realizados, tanto de países desarrollados, como de emergentes, también valoró que hubo estados que se han sumado a la iniciativa.

Trump y su postura radical

Además, reslató el hecho de que el presidente de los EEUU, Donald Trump, que no se ha mostrado interesado en revertir el cambio climático, se pasara unos minutos por la sala de la cumbre, aunque no participara. "Tener al presidente en la sala ha sido una señal positiva" dijo de Alba, que también apuntó que fue positivo contar con otros representantes de máximo nivel.

Trump intentó contraprogramar el evento principal del día con una reunión sobre libertad religiosa, aunque no tuvo un gran poder de convocatoria.