Sueño cumplido. Fedor Konyukhov, un explorador y cura ortodoxo ruso de 64 años, ha realizado una hazaña con la que había fantaseado toda su vida: dar la vuelta al mundo en globo aerostático. Y no solo lo ha conseguido, si no que además ha batido el récord al ser la primera persona en hacer el viaje en tan solo 11 días.

Ahora, una semana después de su regreso, Konyukhov ha contado cómo sobrevivió a la travesía y todas las dificultades que se encontró por el camino, desde las bajas temperaturas hasta la falta de sueño.

La última aventura de Konyukhov empezó el pasado 12 de juliocerca de la localidad de Perth, al oeste de Australia. De este mismo punto partió hace catorze años el norteamericano Steve Fossett, que tardó 13 días en hacer el mismo viaje.

Durante una semana y cuatro días, el explorador ruso ha pasado por Nueva Zelanda, Chile, Argentina, Sudáfrica y, de nuevo, Australia, lo que supone un total de 35.000 kilómetros. En algunos momentos de su periplo ha alcanzado los 11.200 metros de altura, otra cifra récord.

SALVADO POR UNA CUCHARA

En un viaje en solitario alrededor del mundo y en un globo aerostático de 52 metros de alto, dormir es un privilegio que Konyukhov no podía permitirse. Tal como ha contado este miércoles en una rueda de prensa en Moscú, tenía que mantenerse despierto. "Si no, me habría caído", ha explicado.

Para conseguirlo, ha dicho, utilizó una técnica que viene de los monjes rusos: sostenía siempre una cuchara entre dos dedos que, en caso de dormirse, se caía. El sonido metálico lo despertaba de nuevo.

Konyukhov también ha recordado los numerosos retos que supertó durante la travesía: tuvo que esquivar una tormenta eléctricamientras sobrevolaba el Círculo Antártico, soportó temperaturas de inferiores a los 20 grados bajo cero, y casi no comió en todo el trayecto.

"Recé a Dios, a los santos y a mí mismo para no caer en el océano", ha contado. Y es que el cura atribuye su hazaña en gran parte a sus únicos dos compañeros de viaje: una cruz y una imagen de la Virgen María.

CURA, AVENTURERO Y PINTOR

Nacido en un pueblo ucraniano, Konyukhov no es nuevo en el mundo de la aventura. Ha escalado el Everest en dos ocasiones, ha cruzado todo Rusia en bicicleta y ha completado con éxito expediciones alPolo Norte y el Polo Sur, entre otras tantas.

Además de explorador y cura, es también pintor y miembro de la Academia de las Artes de Rusia. Su vuelta al mundo en globo aerostático es tan solo un éxito más en la larga carrera de reconocimientos de este ruso.