Pocos se atrevían a discutir con el todopoderoso magnate de la prensa estadounidense William Randolph Hearst, así que su interlocutor tuvo claro que sus deseos eran órdenes cuando en 1933 le dijo: "Quiero un protagonista que combine la dureza de un detective como Tracy con el misterio de un agente secreto como Dunn. Solo hay un escritor que puede lograrlo. ¡Consígueme a Dash Hammett!". El editor y periodista hablaba por teléfono con Joe Connolly, presidente de la agencia King Features Syndicate, y buscaba un personaje -que se llamaría Agente Secreto X-9- para una nueva tira de prensa de cómic policiaco capaz de competir con sus rivales del Chicago Tribune-New York News Sindicate, que desde 1931 gozaban del éxito de las aventuras del Dick Tracy de Chester Gould.

Pero, ¿qué impulsó a Dashiell Hammett, entonces ya una celebridad gracias a novelas como'El halcón maltés' y sus casos del agente de la Continental, a realizar su primera incursión como guionista de cómic formando tándem con el dibujante Alex Raymond, que acababa de crear a Flash Gordon y Jungle Jim pero era todavía un desconocido? "Necesitaba dinero", explica el editor y escritor Bruce Canwell en el libro que acaba de lanzar Planeta Cómic y que reúne las tiras de prensa publicadas en los años 30 de Agente Secreto X-9, realizadas por Hammett y Raymond y, posteriormente, por Leslie Charteris y Charles Flanders.

Según Canwell, el novelista era "el niño mimado del mundillo literario", "el escritor de suspense que le gustaba a la gente a la que no le gustaba el suspense" y, como dijo de él Raymond Chandler, su heredero en los años 40 y 50, "hizo una y otra vez lo que solo pueden hacer los mejores escritores: escribió escenas que parecía que nadie había escrito nunca". Sin embargo, en aquella época Hammett frecuentaba la vida nocturna y los bares clandestinos de la era de la ley seca en una escalada de fiestas, mujeres, apuestas y borracheras escandalosas con el 'todo Hollywood', que ya había llevado al cine 'El halcón maltés' (dirigido por Roy Del Ruth; la genial versión de John Huston con Humphrey Bogart es de 1941).

El autor de 'La llave de cristal' gastaba todo lo que ganaba y, para colmo, en 1932 tuvo que pagar 2.500 dólares a la actriz Elise De Viane por perjuicios provocados, supuestamente, cuando él la golpeó por negarse a beber con él. Así que no dudó ante la oferta de Hearst, de 500 dólares semanales por escribir las historietas de Agente Secreto X-9.

Fue Hearst en persona quien eligió a Raymond como dibujante. Habían pedido pruebas a 13 consagrados pero ninguno le convencía. Hasta que se fijó en el estilo de aquel joven autodidacta de 24 años (15 menos que Hammett), al que acababa de contratar para plantar cara a los rivales que publicaban Buck Rogers y Tarzán, con una serie de ciencia ficción, 'Flash Gordon', y una de aventuras exóticas, 'Jungle Jim'. Estas históricas viñetas empezaron a publicarse el 7 de enero de 1934 en los periódicos dominicales de Hearst. Pocos días después, el 22 de enero, empezaba su andadura de lunes a viernes 'Agente Secreto X-9'.

CONTRA EL CRIMEN DE LOS BAJOS FONDOS

Hammett y Raymond hacen que el protagonista, cuyo nombre nadie sabe pero que se hace llamar Dexter, combata el crimen y se enfrente a los malos de los bajos fondos como El Capo, la Máscara o una banda de falsificadores de dinero, rivales bastante menos sofisticados, opina Canwell, que los que el escritor creaba para que los persiguiera su agente de la Continental. Escenas de acción trepidante a bordo de barcos en alta mar o en aviones se combinan con diálogos duros y entrecortados y enfrentamientos cara a cara y a mano armada, pistoleros, chicas que siempre caen rendidas a los encantos de un X-9 que no está por la labor, y compañeros que cambian en cada aventura, como un periodista o un chaval que vende periódicos llamado Armonica Slick.

No trascendió por qué Hammett dejó la serie pero empleados de Panel Syndicate empezaron progresivamente a retocar los guiones. También Raymond acabó participando en la escritura de las historietas. Un comunicado oficial de Connolly daba estas razones del abandono del autor de 'La maldición de los Dain': "Se retrasaba en los plazos de entrega y tenía ideas que carecían de la fuerza característica de su obra literaria".

Hammett, detective de la agencia Pinkerton antes que escritor y veterano de las dos guerras mundiales, de las que heredó unatuberculosis a la que su afición al alcohol no ayudó, pronto se divorció de su primera mujer atraído por la fama de Hollywood, donde fue mentor del que sería su gran amor, la dramaturga Lilian Hellman.

PERSEGUIDO POR COMUNISTA

Marxista desde los años 30 y largamente investigado por el FBI, se enfrentó al Comité de Actividades Antiestadounidenses y estuvo en la lista negra de McCarthy, que lo citó a declarar en 1951, lo multó con más de 100.000 dólares y sacó sus novelas de las bibliotecas. Se negó a revelar de dónde sacaba el Partido Comunista el dinero y fue condenado a seis meses de cárcel por desacato. Su mala salud (también sufría hepatitis), las trabas a una carrera literaria que ya languidecía y la falta de ingresos apagaron sus últimos años (murió en 1961), que no su legado.

Raymond fue su antítesis en lo personal: antiguo y robusto atleta, se casó con su novia del instituto y se convirtió en entregado padre de familia; un accidente de tráfico acabó con su vida en 1956, a los 46 años. Juntos habían alumbrado un clásico del cómic.