Si hace poco el aviso llegaba de la OCDE, que advirtió de que los deberes escolares contribuyen a aumentar las diferencias entre alumnos ricos y alumnos pobres, ahora es la OMS la que alerta contra el riesgo que suponen las tareas encomendadas en el colegio. La Organización Mundial de la Salud ha constatado que el porcentaje de estudiantes españoles que sufren estrés por culpa de los deberes es de los más altos de Europa. De hasta el 70% en las chicas de 15 años. Y esa presión, señala la misma OMS, se traduce muchas veces en “un incremento de patologías como los dolores de cabeza, dolores de espalda, malestar abdominal y mareos”, así como de los “estados de ánimo que llevan a los chicos a sentirse tristes, tensos o nerviosos”.

La incidencia de los deberes sobre la salud aumenta a medida que los alumnos crecen, informa la OMS en su última encuesta realizada a jóvenes en edad escolar, en la que han participado algo más de 11.000 estudiantes españoles. A los 11 años, un 34% de los niños y un 25% de las niñas afirman sentirse presionados por los deberes. A los 13, las chicas (un 55%) pasan por delante de sus compañeros masculinos (un 53%) cuando se les pregunta si las tareas escolares les provocan estrés. A los 15 años, cuando ya están terminando la educación obligatoria, un 70% de las chicas dicen sentirse angustiadas por los deberes frente al 60% de los chicos. Eso coloca a los españoles, que según la OCDE dedican una media semanal de seis horas y media a hacer trabajos escolares fuera del horario del colegio, como los cuartos más estresados de Europa (por detrás de malteses, escoceses e islandeses).

“Las escuelas deberían tener en cuenta cuál es el sentido de los deberes y explicar a los padres el objetivo de las tareas, para que así todos trabajasen con la misma intención”, afirma Rafel Bisquerra, profesor de Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación. Además, prosigue, “existen pocas evidencias demostrables de los beneficios que comporta hacer deberes en casa”. Es mejor, por ejemplo, que ese tiempo el niño lo dedique a alguna lectura que le resulte interesante.

Los defensores de los deberes argumentan que estos permiten acabar de consolidar conocimientos adquiridos en clase. Pueden consistir, sugieren, en ciertos ejercicios mecánicos o de memorización. También ayudan a que el menor adquiera compromisos y pequeñas responsabilidades. Este proceso, agregan los expertos, ha de ser gradual, según la edad y la madurez de los chicos. H