La deforestación de los bosques y selvas de la Tierra, además de ocasionar la desaparición de especies, repercute negativamente en la salud humana. La destrucción de los ecosistemas (esto es, el impacto del hombre) es una de las causas por las que aparecen virus desconocidos que pueden infectar a la población. Aunque aún existe mucho desconocimiento en torno al covid-19 (el nuevo coronavirus chino que, al cierre de esta edición, ya había causado cerca de 1.400 muertos y unos 64.000 contagios), las alteraciones de los ecosistemas podrían provocar su aparición.

«En el caso del covid-19, ha influido la pérdida del 30% de la superficie forestal del Sudeste asiático en los últimos 40 años. Cuando destruimos masa forestal, es para poner en su lugar asentamientos humanos. Y una parte de la fauna salvaje que estaba allí pasa a alojarse en estos ambientes», explica el biólogo Jordi Serra-Cobo. Al desaparecer su hábitat natural, algunas especies encuentran refugio en las construcciones humanas y pasan a estar en contacto con la población. Una de esas son los murciélagos.

Estos mamíferos son el origen del contagio de la actual epidemia de coronavirus. El covid-19, al igual que en el SARS, dio el salto del murciélago al ser humano. «Los murciélagos, de los que existen 1.300 especies, son el grupo de mamíferos que alojan un mayor número de coronavirus. Representan el 20% de todos los mamíferos y son reservorios de virus», cuenta Serra-Cobo. Además, las «alteraciones ambientales» originan «estrés» en los murciélagos, algo que «parece que provoca más virus en la saliva, orina y heces» de estos animales.

DIFÍCIL TRANSMISIÓN / Este experto matiza que, si bien los murciélagos son el grupo de mamíferos que tienen más virus, en España es «muy difícil» que transmitan enfermedades. «Todas las especies que comen insectos, como los pájaros y murciélagos, nos hacen un favor, son necesarias. Además, en Occidente, a diferencia de China, las personas no comemos murciélagos y estos tampoco viven dentro de nuestras casas, sino debajo de los tejados», dice. Por eso el riesgo de contagio de virus es bajo aquí.

Un buen ejemplo de cómo las alteraciones de ecosistemas generan infecciones es la actual epidemia de dengue de América Latina. «La quema de bosques en la selva del Amazonas para hacer campos de cultivos y poblaciones humanos provoca, además de una pérdida de hábitat, que haya charcas de aguas y, en ellas, muchos mosquitos. Esto aumenta la posibilidad de epidemias transmitidas por estos, como por ejemplo el dengue», asegura.

OTRAS CAUSAS / En apenas dos décadas, la humanidad ha asistido a tres epidemias de tres coronavirus diferentes: el SARS del 2002, el MERS del 2009 y el actual covid-19. Los viajes facilitan la diseminación de los mismos. La globalización es otro de los motivos por los que el nuevo coronavirus chino se ha expandido.

Pero también existen causas socioeconómicas. En el covid-19 se sospecha (pero no se ha confirmado aún) que el huésped ha sido el pangolín. Este mamífero está en peligro de extinción, es muy apreciado gastronómicamente y consumido por personas de clase social alta.