La Plataforma per la Llengua ha denunciado un nuevo supuesto caso de discriminación lingüística por el uso del valenciano. Según explican la ONG en un comunicado, un miembro de la seguridad privada de una céntrica discoteca de València, que se presentó también como socio de la sala de fiestas, "impidió el acceso a un joven por el hecho de expresarse en valenciano", después de que preguntara: "Quin és el preu de l'entrada?".

Los hechos sucedieron el pasado 20 de diciembre cuando el empleado, al advertir que el joven, de nombre Julian, hablaba valenciano, manifestó que no lo entendía. Éste le repitió la pregunta en valenciano y acto seguido el portero le prohibió la entrada a la discoteca, lo que la plataforma considera un "comportamiento claramente discriminatorio".

El joven, acompañado de dos amigos que todavía no habían accedido al local, pidió la hoja de reclamaciones al mismo portero para expresar su queja por los hechos. Tras rellenar el formulario ayudado por sus dos acompañantes, el portero impidió también el acceso a la sala a los dos amigos.

Momentos después, siempre según la Plataforma per la Llengua, Aitana, una amiga del grupo que ya se encontraba en el interior de la discoteca, se dirigió en castellano al mismo portero para preguntar por qué motivo no podía entrar el joven a la discoteca. El controlador de accesos le dijo, "con prepotencia", que se trataba de un local privado y que "él podía decidir".

La conversación continuó brevemente, en castellano, hasta que la joven preguntó en valenciano si existía algún problema. Fue en ese instante cuando el portero le impidió también la entrada a pesar de que ya había sido admitida con anterioridad. "Tú tampoco entras", le dijo. Aitana aceptó la decisión pero se dispuso a entrar de nuevo para coger las pertenencias en el interior del local.

En aquel momento, otro miembro de la seguridad de la discoteca se dirigió contra la joven "haciendo uso de la fuerza" y "la lanzó contra el suelo". "Entre los dos trabajadores la cogieron y, en un ejercicio desproporcionado de fuerza, la arrastraron por el suelo. Fruto de esta violencia, la joven sufrió contusiones en las piernas y lesiones cervicales", explican las mismas fuentes.

Acto seguido, "Julian intentó ayudar su amiga Aitana a levantarse pero el portero lo agredió con un puñetazo a la cara, que le provocó una contusión con hemorragia nasal. El otro trabajador procedió a apartar Julian hasta la puerta del local".

Los jóvenes avisaron la Policía Local de València, que se personó en la sala e identificó a los dos porteros. Los heridos fueron trasladados al Hospital Clínico de València, donde recibieron atención médica y se acreditaron las lesiones sufridas.

En opinión del portavoz de la Plataforma per la Llengua País Valencià, Manuel Carceller, "es evidente que los controladores de acceso de la discoteca querían impedir con violencia el derecho de acceso de unas personas a un local para hablar valenciano". Carceller esgrime el artículo 8 del Estatuto de los Consumidores y Usuarios de la Comunidad Valenciana que ampara, de forma genérica, los derechos lingüísticos. Y además cree que las actuaciones "violentas" del guardia de la discoteca "son consideradas como delito de lesiones con la agravante de discriminación según el vigente Código Penal".

Desde la ONG se afirma que "negar la entrada, injustificadamente, a una clienta que había sido admitida e impedir el acceso de un cliente son actos de discriminación intolerables".

Segundo caso en menos de un mes

Se trata del segundo suceso de discriminación lingüística que denuncia la Plataforma per la Llengua en lo que va de mes. hace dos semanas, presentaron una denuncia contra dos agentes de la Guardia Civil de Tavernes de la Valldigna por impedir a dos jóvenes expresarse en valenciano durante la celebración de un festival de música.