ABRE TU MUNDO… Y LO DIVIDIRÉ

El eslogan del socio estratégico del Primavera Sound ha ondeado estos días en lo más alto del escenario principal. 'Open your world'. Qué ambiguo. ¿Sugiere abrir la mente o ampliar mercado? Da igual, una vez abierto, lo parcelará. Dos señoras inglesas compraron sus abonos y ven a Van Morrison a tamaño pulgar porque delante suyo hay una zona restringida para vips. Es una ventaja para el que paga más, pero, en este caso, a costa del que ya pagó casi 200 euros. En este mundo abierto, ese dineral no te garantiza ver a tu artista favorito de cerca.

PERO, ¿DÓNDE HEMOS ESTADO?

Más de un espectador local se habrá preguntado: ¿dónde he estado realmente estos días? El festival era en Barcelona, sí, pero con camareros portugueses. Un modelo de festival que los publicistas consideran estratégico para anunciar el estreno de 'Los vigilantes de la playa'... en Estados Unidos. Un festival en el que a menudo creías ser el único español del público. Y, claro, acto seguido, surge otra duda: ¿en qué sentido enriquece todo esto a la cultura de la ciudad?

MORDOR CULTURAL

El beneficio del Primavera para la industria turística es indiscutible pero el sector cultural de base, ese que fomenta un tejido de proximidad y entiende la cultura como una dinámica continua y no como un acontecimiento excluyente, ese que malvive con presupuestos ridículos a la sombra de los macrosaraos, cuestiona que sean los departamentos de cultura los que deban subvencionar un festival cuyo receptor es, en mucho más de un 50%, el turista. Si además, el Primavera recibe 142.000 euros del ayuntamiento y luego discute a un grupo local si le paga 200 o 300 por tocar, no es extraño que entre la cultura de base circule el término 'Mordor cultural' para definir todo lo que representa el festival.

UN CHISTE MALÍSIMO

- Papá, papá, estoy en el Primavera. ¿Qué es el rock alternativo yanqui de los 90?

- Hijo mío, es Thurston Moore de Sonic Youth tocando en el escenario secretito de Heineken y los MakeUp del marxista Ian Svenonius, en el escenario Seat.