Una infección parasitaria cutánea, la sarna, altamente contagiosa y de fácil curación pero cargada de una simbología que la vincula a la miseria y la suciedad, inquieta desde hace semanas en varios centros sanitarios catalanes, donde ha sido detectada. El último brote de sarna declarado por la Agencia de Salud Pública de Cataluña (ASPC) afecta al Hospital Moisès Broggi, de Sant Joan Despí, donde ha afectado a cuatro trabajadores, que se suman a los 35 del Hospital Sant Joan, de Reus (Tarragona), en un brote detectado la semana pasada.

El secretario de la ASPC, Joan Guix, informa de que en este mes de enero se han producido siete brotes de sarna en Cataluña, con 59 afectados. La infección cutánea, que causa intenso picor pero no tiene mayor trascendencia, está causada por un parásito que se instala bajo la piel y habitualmente anida en lugares con poca higiene. Tiene un tratamiento altamente efectivo, que consiste en aplicarse una pomada antiparasitaria de efecto inmediato. Para asegurar su eliminación, puede aplicarse una segunda dosis una semana después de la primera.

Además de los dos brotes de los hospitales de Reus y Sant Joan Despí, este año se han producido otras cinco crisis infecciosas por sarna en tres residencias de ancianos, con tres, cuatro y cinco casos, respectivamente, así como en una familia y en la escuela Montoliu, de la Riera de Gaià (Tarragona), con cuatro niños afectados. El brote del hospital Sant Joan, de Reus, es el más importante detectado en Cataluña hasta ahora. Salut desconoce cómo el parásito ha anidado en centros sanitario, aunque deduce que ha sido a través de visitantes portadores del agente infeccioso.

Guix señala que la ASPC investiga el posible desfase, denunciado por el sindicato CCOO, entre la aparición e identificación del brote de sarna del hospital de Reus y su declaración ante las autoridades sanitarias. Esa declaración debe producirse en las primeras 12 horas de su aparición.

UN ÁCARO // La escabiosis (sarna) es una enfermedad contagiosa de la piel provocada por el ácaro humano de la sarna. La transmisión se produce a partir de un contacto con la piel de otro afectado. También se transmite al tocar ropa de vestir, toallas o ropa de cama que recientemente se haya contaminado por el ácaro.

El periodo de incubación de la sarna, más habitual en otoño e invierno y en espacios donde haya una gran concentración de personas, es de dos a seis semanas, un largo lapso de tiempo que dificulta el establecimiento preciso del origen de las transmisiones.

Los especialistas consultados consideran la sarna una infección «frecuente», aunque dado que se la asocia con los periodos de gran penuria, se la suponía eliminada de los países occidentales. «No es así», indican los dermatólogos que, no obstante, admiten que el parásito difícilmente sobrevive en un ambiente de higiene regular y efectiva.