Un instituto de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona) con 450 estudiantes ha detectado tres casos de alumnos que se habían empezado a introducir en el juego conocido como la Ballena Azul, que incita a los participantes a terminarse suicidándose. Los alumnos, dos chicos y una chica de segundo de ESO, están recibiendo ahora atención psicológica especializada.

Uno de los estudiantes llegó incluso a realizarse cortes en un brazo con uno de los dibujos que constituyen el primer reto del macabro juego. Los otros dos menores también estaban haciendo sus primeras aproximaciones a los retos de la Ballena Azul, que al final acaba instando a los adolescentes a que acaben con su vida.

El director del centro explicó que fueron los alumnos de primero de Bachillerato los que alertaron que habían visto fotos de uno de los alumnos en Facebook en una de estas páginas. Los responsables del instituto actuaron rápidamente y activaron a la psicóloga del centro y avisaron a los padres de los adolescentes afectados y a los Mossos d’Esquadra.

CON PROBLEMAS PREVIOS // Desde entonces, los menores están siendo vigilados. Dos de ellos han sido derivados a un centro de salud mental infantil y juvenil de Santa Coloma para darles una atención psicológica más especializada. Además, los tres tenían problemas anteriores. El departamento catalán de Ensenyament explica que se ha puesto en contacto con los directores de los otros institutos del municipio para que estén alerta.

El juego conocido como la Ballena Azul pide a los participantes que superen 50 retos y el último es suicidarse. Este juego macabro surgió en Rusia y se está extendiendo a otros países. En Rusia la policía investiga esta red social porque podría estar relacionada con el suicidio o el intento de suicido de numerosos jóvenes. A finales de abril trascendió que una menor estaba ingresada en la unidad psiquiátrica de un hospital de Sabadell para participar en este juego.

Las víctimas de Santa Coloma han trascendido tres días después de que la Policía informara de que había detectado el primer caso de Ballena azul en Palma de Mallorca después de que la directora de un centro educativo de la ciudad alertase de que una alumna menor de edad podría haberse iniciado en el juego.