El 21 de mayo de 2019, la Tierra recibió el impacto de vibraciones cósmicas de origen desconocido: llegó en forma de perturbaciones gravitacionales del espacio-tiempo producidas por un cuerpo masivo acelerado, y que recorrían el universo a la velocidad de la luz.

Ahora astrónomos de LIGO Scientific Collaboration y Virgo Collaboration han desentrañado el misterio, según explican en un artículo publicado Physical Review Letters: el origen de esas ondas gravitatorias fue la fusión de dos colosales agujeros negros ocurrida hace más de siete mil millones de años, cuando el universo tenía la mitad de su edad actual.

Con unas masas de aproximadamente 85 y 66 masas solares, respectivamente, la fusión dio como resultado la formación de un agujero negro remanente 142 veces más masivo que nuestro sol.

Se trata del mayor episodio de ondas gravitacionales y probablemente de la explosión más grande que hemos conocido en el universo, según los astrónomos.

Calculan que la fusión de los dos agujeros negros liberó ocho veces más energía que la contenida dentro de los átomos de nuestro sol, en forma de ondas gravitacionales.

Esa cantidad de energía equivale a la detonación de más de un millón de billones de bombas atómicas cada segundo durante 13.8 billones de años, la edad del universo observable, destaca National Geographic.

Revelación científica

La observación de ondas gravitacionales provenientes de una fusión de agujeros negros es un evento de enorme importancia científica, destacan los investigadores.

La detección de «GW150914» confirma la teoría de Einstein y es la primera observación directa de una pareja de agujeros negros fusionándose para formar un único agujero negro mucho mayor.

La observación de GW150914, y futuras observaciones de fusiones de binarias de agujeros negros, proveerán nuevas revelaciones sobre agujeros negros masivos en la parte relativamente cercana de nuestro universo, destaca LIGO en un comunicado.

GW150914 no será el único evento de este tipo en el universo. Se puede esperar que, de media, las fusiones de agujeros negros binarios ocurran a un ritmo determinado.

Por cada evento ruidoso y cercano como GW150914, hay muchos más que están demasiado lejos para ser individualmente detectados.

Las ondas gravitacionales provenientes de estas lejanas binarias de agujeros negros se combinan para crear un fondo de ondas gravitacionales relativamente silencioso.

A medida que una pareja de agujeros negros se fusiona, produce una corta emisión de ondas gravitacionales que solo dura unas décimas de segundo.

Habrá más

Estas emisiones mayormente silenciosas están separadas temporalmente, y llegan a la Tierra a un ritmo promedio de aproximadamente una cada 15 minutos.

Los tiempos de llegada exactos están distribuidos al azar, como el estallido aleatorio de granos individuales de palomitas de maíz.

Sin embargo, cuando las fusiones de agujeros negros ocurran a un par de miles de millones de años luz de la Tierra, probablemente serán observadas directamente.

Entonces será posible observar la suma de fusiones de agujeros negros binarios que hayan ocurrido a lo largo de la historia del universo observable.

Referencias

GW190521: A Binary Black Hole Merger with a Total Mass of 150 M¿. R. Abbott et al. (LIGO Scientific Collaboration and Virgo Collaboration). Phys. Rev. Lett. 125, 101102. Published 2 September 2020. DOI:https://doi.org/10.1103/PhysRevLett.125.101102

Properties and Astrophysical Implications of the 150 M ¿ Binary Black Hole Merger GW190521. R. Abbott et al. The Astrophysical Journal Letters, Volume 900, Number 1. 2020 September 2.