Los Mossos d’Esquadra detuvieron en La Seu d’Urgell (Lleida) a Fernando Drake Blanco, padre de Nadia Nerea, la menor que sufre una rara enfermedad y cuyos progenitores supuestamente han exagerado los tratamientos a los que ha sido sometida su hija con el fin de obtener más donaciones. El arresto se produjo horas después de que el juez que investiga el caso Nadia pidiera a la familia de la niña que entregaran el pasaporte de la menor enferma. El objetivo: evitar que pudiera salir del país. También volvió a exigir a la familia que se le remitan los informes médicos de la menor.

Fuentes de la investigación aseguran que la policía le estaba buscando para exigirle los documentos y en el marco de esta actuación se le detuvo.

La fiscalía, por otra parte, no aprecia riesgo para la niña de 11 años, cuyos padre llevan años pidiendo donaciones con un relato sobre falsos tratamientos médicos para la menor que sufre una rara enfermedad denominada tricotiodistrofia y que podría suponerle una muerte prematura. Al no apreciar peligro, la fiscala que lleva el caso no solicitará medidas especiales de protección, en respuesta a la petición del juez que instruye el caso por el presunto fraude de los padres.

EXPLICACIONES DE LA MADRE // La bola de nieve sobre las falsedades de la familia, mientras, se hace cada día más grande. El lunes, el padre de la niña, Fernando Drake Blanco, anunció para ayer una rueda de prensa que no se produjo. También se comprometió con el programa Espejo Público, de Antena 3, pero tampoco acudió al plató. Sí que lo hizo Margalida Garau, madre de la niña, que negó que hayan destinado fondos aportados por donantes a nada distinto del tratamiento de la pequeña. La mujer justificó la ausencia de su pareja porque ella le había requerido a su lado tras oír que los Mossos los buscaban. Y afirmó que, de hecho, le estaba esperando. Garau aseguró desconocer muchos detalles, como los lugares donde se había visitado su hija, y señaló que no había estado presente en las operaciones porque se ponía «muy nerviosa».

«Juro por mi vida que no hemos usado dinero para nada que no fuera el tratamiento de la niña», insistió Garau.