La Guardia Civil ha detenido al guía de la empresa que organizó el 10 de octubre la inmersión recreativa que acabó con la muerte a 41 metros de profundidad de una científica del área de Oceanografía de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, María Casanova Masjoan, natural de Benicàssim y de 28 años, mientras buceaba junto a otras personas dentro de un buque hundido en el puerto de La Luz, el Soo Yang (en la zona denominada El Narcótico). Al mismo tiempo, ha precintado el local de su empresa, 7 Mares, en Las Canteras.

El responsable de la actividad náutica fue detenido el pasado viernes por un supuesto homicidio por imprudencia, al entender los investigadores que actuó con negligencia y mala praxis profesional en el ejercicio de la excursión recreativa. Entre otras razones, por la profundidad de la inmersión, ya que la ley estatal prohíbe por razones de seguridad en este tipo de práctica lúdicas bajar a más allá de 40 metros, y se especifica que debe tener acceso directo a la superficie. A esto se suma que la visita se realizó en una zona de influencia portuaria, y en un pecio hundido hace cerca de 30 años que presentaba un riesgo muy elevado, poniendo ya en peligro a los integrantes de la visita. Además, se estudia la deficiencia del material empleado, según ha podido saber el diario 'La Provincia', del grupo Prensa Ibérica.

El rescate que se pudo concluir al día siguiente del suceso puso también en una situación de alto riesgo para sus vidas a los integrantes de Grupo de Especialistas de Actividades Subacuáticas (GEAS), que se echaron al mar para extraerla del pecio y sacarla a la superficie, tras varios intentos infructuosos. A su vez, el rescate se realizó entre fango, cabos y otros restos del conservero, que quedaron en los compartimentos cuando se fue a pique hace 30 años, y que dificultaba la movilidad y la orientación.

PERITAJE PENDIENTE

El detenido, del que está previsto que pase a disposición judicial, es instructor y especialista, según su web, en pecios y otras modalidades. Aunque eso no evitó el accidente mortal.

Al mismo tiempo, el centro de buceo fue precintado para realizar en los próximos días un peritaje y un análisis del material, después de una investigación técnica que también ha tenido su complicación durante estas semanas posteriores al suceso.

La fallecida, María Casanova, estaba a punto de concluir su doctorado sobre corrientes marinas en el área de Oceanografía Física del Instituto de Oceanografía y Cambio Global de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Y poco antes de perder la vida, había publicado como primera firmante en una revista de impacto internacional dos trabajos de investigación referidos a la corriente de Canarias y en Islandia.