La Guardia Civil detuvo ayer a dos hermanos propietarios de una residencia geriátrica de Soto del Real (Madrid) por la muerte de una anciana de 101 años el 7 de julio, una semana antes del cierre del centro, tras una denuncia de la fiscalía al apreciar peligro para sus residentes. La fallecida presentaba síntomas de desnutrición y deshidratación. RD