La inacción se paga y España encadenó en el 2017 el segundo año consecutivo con aumento de muertos como consecuencia de accidentes de circulación. La Dirección General de Tráfico (DGT) ya no puede mirar hacia otro lado y ha presentado un paquete de medidas para cortar esta sangría que en el 2017 se cobró la vida de 1.200 personas en 1.067 accidentes, la peor cifra en cinco años. Para ello, la DGT ha anunciado una nueva ley de tráfico para febrero, con la reforma de los exámenes y la revisión del carné por puntos. En esta línea, está a punto de aprobarse la medida que posibilitará que los reincidentes por delitos relacionados con el consumo de alcohol y drogas puedan perder el permiso de conducir si así lo dictamina un médico.

39 MÁS QUE EN EL 2016 // Gregorio Serrano, director general de Tráfico, presentó ayer su nuevo proyecto de seguridad vial, después de que se registraran en los últimos doce meses 39 muertos y 28 accidentes más que en el 2016, guarismos que suponen un incremento del 3,4% con respecto al ejercicio interior. Las reformas que plantea se pondrán en marcha durante el 2018, con el objetivo de ser implementadas a lo largo del próximo 2019.

El responsable de la DGT evitó hacer autocrítica y atribuyó el aumento de los fallecidos al «incremento importante» del parque de vehículos y de los desplazamientos. No deja de ser significativo, sin embargo, que el 67% de las víctimas mortales se hayan producido en carreteras convencionales, lo que significa un 4% más que en el 2016. Es una medida largamente reclamada por las asociaciones de víctimas y los expertos que se limite la velocidad en estas vías a como máximo 90 kilómetros por hora. De hecho, los dos anteriores directores de Tráfico intentaron hacerlo.

MÁS RADARES // Además de la reforma del modelo de formación vial, también se revisará el sistema del carné por puntos en el marco de la nueva norma. «El aumento o decremento de las sanciones de los puntos será en el marco de la nueva ley y la nueva regulación de la formación vial en España», sostuvo Serrano, que espera que la medida sea un «revulsivo casi parecido a cuando se implantó» este sistema, allá por el verano del año 2006.

Estas iniciativas también incluyen más radares en vías convencionales (incluyendo también dispositivos de tramo), la publicación trimestral de lo recaudado por sanciones de velocidad, un nuevo plan que incentive la renovación del parque móvil nacional y la adquisición de drones para controlar el tráfico.