La Dirección General de Tráfico (DGT) pretende aprobar antes de las elecciones generales del 28 de abril el decreto por el que se modifica el Reglamento General de Circulación, que contempla la reducción genérica de la velocidad máxima en ciudades a 30 km/h.

No en balde, el director general de Tráfico, Pere Navarro, ha señalado que le «gustaría» que esta medida se aprobara antes del 28-A. El texto se halla ahora en el Ministerio del Interior y tiene que pasar por un proceso de consulta con otras carteras para pasar después por un trámite de consulta con el Consejo de Estado.

«La diferencia es que ahora es de 50 km/h y excepcionalmente 30 km/h y ahora cambiamos a un modelo en que todas las calles del centro serán de 30 km/h y excepcionalmente de 50 km/h», resume el cambio normativo Navarro, que ha alabado la «revolución silenciosa» que están llevando a cabo distintos ayuntamientos de España en el ámbito de la seguridad vial. «En el ámbito de la seguridad vial, lo que mata es la velocidad», ha dicho Navarro, pues «agrava las consecuencias de cualquier accidente».

La primera medida importante que aprobó la DGT con el Ejecutivo socialista fue la bajada del límite genérico máximo de velocidad en vías convencionales de 100 km/h a 90 km/h, una medida que tradicionalmente habían perseguido otros directores de Tráfico. «Daba la impresión de que probablemente alguien pensaba que bajar la velocidad era perder votos, pero esto es muy antiguo, se ha superado», justifica así Navarro su aprobación.

MÁS VIGILANCIA // Para que se vea reflejada una reducción de la siniestralidad vial, es necesario también modificar el diseño de la vía e incrementar la vigilancia, aunque el jefe de la DGT reconoce que «se necesita más tiempo».

El anuncio de elecciones ha retrasado la tramitación de la modificación de la ley, que recogía las nuevas sanciones por determinados comportamientos al volante, como el uso del móvil, penado con 3 puntos menos en el permiso y que se pretende subir a 6.