Los dinosaurios ya habían iniciado un retroceso en sus poblaciones, un proceso evolutivo de extinción, mucho antes de que un objeto espacial, previsiblemente un asteroide o un cometa, cayera sobre la península del Yucatán (México) hace 66 millones de años y ocasionara un desastre de impacto planetario que supuso su desaparición prácticamente completa. Esta es la principal conclusión de un nuevo estudio, basado en toda la evidencia fósil y patrones matemáticos de diversidad, que han elaborado investigadores de las universidades de Reading y Bristol, en el Reino Unido.

Ahora ahora, la principal hipótesis sostenía que los dinosaurios se encontraban en pleno florecimiento de diversidad cuando se produjo el cataclismo de finales del Cretáceo. Sin embargo, los resultados del estudio muestran que desde hacía al menos 30 millones de años, incluso 50, eran más las especies que se extinguían que las que surgían nuevas. "Los resultados proporcionan una revolución en la comprensión de la evolución de los dinosaurios -consideran los autores del trabajo en un comunicado-. Cambiarán nuestra comprensión del destino de estas poderosas criaturas".

Los resultados se han publicado en la revista especializadaProceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).

"Siempre ha habido dos teorías básicas para explicar el fin de los dinosaurios: la de la extinción gradual y la catastrofista -recuerdaAlbert García Sellés, investigador del Institut Català de Paleontología (ICP)-, pero con los nuevos resultados toma fuerza la primera opción. Eso significa que lo que hizo el evento catastrófico fue dar la puntilla a unas poblaciones que ya no estaban en su mejor momento".

El análisis muestra, por ejemplo, que el proceso de retroceso era muy claro entre los saurópodos, dinosaurios de cuello alargado y gran tamaño, y menor en el caso de los terápodos, el grupo de los tiranosaurios. "Los cálculos son complejos -prosigue García Sellés- porque en el registro fósil solo se conserva una parte minúscula de toda la diversidad de dinosaurios". Actualmente están documentadas unas 1.500 especies, de tallas y ambientes muy diversos, "lo que sugiere que la diversidad podría haber sido tan grande como en los mamíferos", considera el investigador del ICP.

"No esperábamos este resultado -escribe Manabu Sakamoto, palentólogo de la Universidad de Reading y director de de la investigación-. Aunque el impacto de un asteroide sigue siendo el principal candidato para la desaparición definitiva de los dinosaurios, es evidente que ya habían iniciado un proceso de retroceso". El impacto cataclísmico habría sido "el último clavo en el ataúd", como lo definen los autores del estudio.

PERDER LA CAPACIDAD DE ESPECIALIZARSE

"Todo indica que los dinosaurios, que habían dominado los ecosistemas terrestres durante 150 millones de años -insiste en la misma línea el coautor Mike Benton, profesor de la Universidad de Bristol-, perdieron la capacidad de especializarse lo suficientemente rápido. Posiblemente por este motivo fueron incapaces de sobreponerse a la crisis ambiental causada por el impacto".

El impacto de hace 66 millones de años propulsó ingentes cantidades de polvo a la atmósfera, lo que ocasionó un oscurecimiento global y un enfriamiento que supuso una pérdida generalizada de vegetación. Este desastre ecológico hizo que los grandes animales que dependen de la abundancia de las plantas murieran (y también los depredadores que se alimentan de ellos).

CAUSAS DEL PROCESO

La desintegración de las masas continentales, una actividad volcánica sostenida, un cambio climático y otros factores ecológicos pueden haber influido en la disminución gradual de los dinosaurios previa al impacto, considera el nuevo estudio.

En cualquier caso, García Sellés considera que este campo no hay que tomar nada "como prueba irrefutable". "¡Quién sabe si en un futuro aparecen nuevas pruebas que postulen otra hipótesis!" El estudio abre además otro interrogante sobre la supervivencia de los dinosaurios: "¿Se habrían extinguido, estabilizado o remontado en caso de no caer el asteroide?", se pregunta el investigador del ICP.