El dispositivo de rescate del niño Julen se prepara a última hora de la mañana de este sábado para colocar la máquina perforadora, procedente de una obra de la M-40 de Madrid, que deberá abrir la montaña con un túnel vertical de unos 60 metros. Hace ya seis días que el pequeño, de dos años, cayó en un angosto pozo de apenas 25 centímetros de diámetro en el Cerro de la Corona de Totalán (Málaga), pero las dificultades del terreno han alargado un rescate al que todavía le quedan al menos 35 horas (es decir, hasta el lunes), según los coordinadores de los trabajos.

El responsable del Colegio de Ingenieros de Málaga, Ángel García Vidal, ha explicado que ese es el cálculo más optimista, y siempre que no surjan nuevas complicaciones. Una vez que la maquina esté lista para empezar a excavar un nuevo túnel vertical de 1,5 metros de diámetro, tardará entre 12 y 15 horas en llegar a la profundidad de 71 metros, donde se ubica el tapón de tierra que detectaron las cámaras en el túnel originario y bajo el que se estima se encuentra el niño.

El turno de los mineros

Llegados a ese punto, será el turno de la Brigada de Salvamento de los Mineros de Hunosa. Dos o tres de ellos bajarán en una cesta que se ha construido expresamente para el rescate y empezarán a cavar manualmente una nueva galería horizontal para conectar con el túnel donde se encuentra Julen.

Lo harán con piquetas y martillos neumáticos. Deberá cubrir una longitud de 4 metros y al menos un metro de altura, y tardarán al menos otras 20 horas debido a que sus herramientas tienen un rendimiento menor al de las maquinas.

Numerosas incertidumbres

García ha insistido en que el objetivo principal de esta perforación es "llegar a la cota donde está la tierra que creemos cubre a Julen" y abrir una ventana de tres metros. Sin embargo, no hay certezas. "No conocemos la altura del tapón, ni siquiera si es un tapón, y si la profundidad del pozo es de 110 metros como ha dicho el pocero que lo construyó", matizó, resaltando que el único dato objetivo con el que cuentan en estos momentos es que hay un tapón de tierra a la profundidad de 71 metros. Nada más.

Si en el tramo de entre los 71 y 73 metros no está el niño, habría que buscar "nuevas alternativas". "Si el niño no está ahí, se valorará si se baja más y se hace otra galería de cuatro metros", indicó este ingeniero, apuntando además que este segundo túnel supondría nuevos riesgos para los rescatistas.

Rescate dificultoso

El responsable del dispositivo de coordinación, que será visitado este sábado por el nuevo presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, resaltó las enormes complejidades que han encontrado a lo largo de esta semana y que han retrasado de forma notable las labores de rescate. Se refería especialmente al macizo rocoso de pizarra que localizaron las excavadoras cuando trataban de rebajar la cota del monte unos 25 metros de profundidad, labores necesarias por cuanto no había máquinas perforadoras con la que llegar a esos 70 metros. De hecho, se ha optado por parar a los 23 metros y empezar a horadar para no retrasar más.

A eso se suma la inestabilidad del terreno, que complicó sobremanera el paso del camión que traía esta tuneladora. El único golpe de suerte procede de cielo, ya que aunque la lluvia ha hecho acto de presencia durante toda la noche no ha impedido que las máquinas continuaran trabajando.