Un estudio del colegio de pediatras británico concluye que existen «muy pocas evidencias» que prueben que pasar muchas horas delante de una pantalla electrónica es «tóxico» para los niños, como otros estudios afirman, y que, en consecuencia, los padres no deberían preocuparse por el tiempo que pasan sus hijos delante de móviles, tabletas, ordenadores o videojuegos. El colegio ha elaborado la primera guía con recomendaciones para los padres sobre los peligros de la exposición de los menores de 18 años a las pantallas.

En los últimos años se había generado el debate sobre si debía restringirse el tiempo de acceso de los hijos a los dispositivos electrónicos pero, en la guía, los pediatras eluden fijar límites porque considera que no es dañino para la salud de los niños de ninguna edad. Esta conclusión se contradice, por ejemplo, con la de la asociación profesional de pediatras estadounidense, que sí que recomienda a los progenitores fijar límites de tiempo dependiendo de la edad.

El doctor Max Davie, oficial del colegio, asegura, en un comunicado, que las tabletas, los ordenadores y los smartphones son «fantásticas maneras de explorar el mundo» y critica que los padres a menudo hacen sentir a los hijos que está mal.

EVIDENCIAS EN CUESTIÓN // Hasta la fecha, se había relacionado el tiempo de uso de aplicaciones electrónicas a la obesidad, a problemas mentales, enfermedades del corazón y fracaso escolar, «pero las evidencias siempre han sido impugnadas». La guía dice que los padres deben preguntarse si controlan el tiempo que pasan delante de pantallas, si esto interfiere en lo que la familia quiere hacer, en el sueño o en la comida. Y que si no les afecta, no deben preocuparse.

Según Davie, son los padres los que deben ajustar el tiempo que pasan sus hijos delante de pantallas a las necesidades de su familia, que el límite debe ser que no les impida hacer otras cosas.