El cuerpo de Lucía Vivar, la niña de tres años hallada muerta el pasado verano en Pizarra (Málaga) sobre las vías del tren, presentaba dos lesiones en la cabeza. La primera «es la que causaría su muerte, y la segunda, que podría corresponderse a un golpe del tren, sucedió cuando la niña ya no estaba viva», según la autopsia encargada por los padres a dos forenses, Luis Frontela y Carlos Pérez Agua. Los padres mantienen que el fallecimiento de la menor no fue accidental. J.C.