Que ningún alumno se quede atrás. Esta es la filosofía de la escuela en Canadá, un país que en el último informe PISA ingresó con todas las de la ley en el top ten de los mejores sistemas educativos del mundo. «La educación allí es muy inclusiva, de manera que todos los alumnos de una misma clase avanzan juntos y no hay estudiantes que queden descolgados por el camino», explica John Mighton, profesor de Matemáticas en ese país y creador del método Jump Math, por el que ha sido premiado internacionalmente. Canadá es una de las mecas de la enseñanza individualizada, esa que se adapta a los ritmos, motivaciones y capacidades de cada niño y que, según los expertos, debería ser el objetivo final de la innovación pedagógica que se están implantando en las aulas de todo el mundo.

MACDONNELL // El último reconocimiento recibido por un docente canadiense es el que el jurado del Global Teacher Prize, el popularmente conocido como Nobel de los maestros, otorgó la semana pasada a la profesora de secundaria Maggie MacDonnell. El galardón de un millón de dólares valoró la extraordinaria labor que está desarrollando MacDonnell en una pequeña comunidad esquimal del norte de Quebec, en la que las condiciones de vida --en el Ártico y sin acceso por carretera-- son muy complicadas. En ese entorno inhóspito, en el que el aislamiento alimenta altas tasas de adicciones, embarazos precoces y suicidios, MacDonnell ha conseguido que en muy poco tiempo varios estudiantes se hayan matriculado en la universidad.

«Hace ya unos años que Canadá va obteniendo buenas posiciones en PISA, por eso para nosotros el último informe no ha sido ninguna sorpresa... Aunque comprendo que fuera del país llame la atención», agrega Mighton.

Ya sea por sus buenos resultados académicos, por esa capacidad que tiene el sistema educativo canadiense de adaptarse al alumno (y no al revés, como ocurre en muchos otros lugares) o por los asequibles precios que pagan las familias --la gran mayoría de los centros son públicos-, lo cierto es que en poco tiempo Canadá también ha despertado el interés de muchas familias españolas, que cada vez más lo eligen como destino para sus hijos.

«Hay mucha demanda para cursos de verano y para años escolares», corrobora Ana Pedrero, directora del departamento de Curso Escolar de la consultora Astex. «Además, vemos que las familias canadienses, porque son culturalmente más europeas que las de Estados Unidos, hacen que la adaptación al país sea fácil».