El acoso escolar, un problema que va en aumento, se ha convertido en una lacra que marca a los menores de por vida y, en algunos casos, los induce al suicidio, un problema que ha hecho que el Ministerio de Educación tome cartas en el asunto y habilite un teléfono de ayuda que operará a partir de junio.

El suicidio de Jokin, un joven de 14 años de Fuenterrabía (Guipúzcoa), fue el detonante en el 2004 para sensibilizar sobre este fenómeno a la sociedad española, que ahora lamenta el caso de Diego, un alumno madrileño de 11 años que se quitó la vida el pasado octubre tras dejar escrito en una carta que no quería ir al colegio. El pequeño estuvo cuatro meses de baja por un “shock” y, según ha comentado el portavoz de la familia, Fernando Sacristán, los padres mantuvieron varias reuniones rutinarias con la tutora antes del suceso y esta les dijo que era un niño “brillante” y que se le veía “bien” y “contento”.

Precisamente en el día en que se conoció la misiva de despedida del menor, el ministro de Educación en funciones, Íñigo Méndez de Vigo, anunció que las víctimas de acoso escolar dispondrán en junio de un teléfono de atención similar al habilitado para violencia machista, que tendrá carácter gratuito y atendido por expertos en psicología, pedagogía y justicia. Además, el viernes se llevará al Consejo de Ministros un plan de actuación contra el acoso que ayer cerró la Comisión de Subsecretarios y Secretarios de Estado.

“Queremos que no haya un grito solitario, que tengan a alguien a quien decírselo y en quien confiar”, apuntó el ministro sobre un problema que se ha visto agravado por la revolución tecnológica.

La Asociación Madrileña contra el Acoso Escolar (Amacae) informó de que está estudiando cinco casos de acoso escolar en lo que va de enero, y eso que las clases comenzaron en la segunda semana del mes. La presidenta de esta asociación, María José Fernández dijo: “Empezamos tan mal el año como acabó el anterior, 71 frente a los 17 del año 2014”.

La presidenta de la Asociación Contra el Acoso Escolar, Encarna García, alertó de que el acoso escolar puede provocar que vaya a haber generaciones “tocadas” para el futuro. Y el director de programas de la Fundación de Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo, Benjamín Ballesteros, advirtió de que el acoso “marcará” a muchos niños. Ambos destacaron que las nuevas tecnologías y las redes sociales agravan el acoso entre niños y adolescentes. H