La ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, aseguró ayer que trabajarán «muchas variables» con el grupo de trabajo constituido con representantes de las comunidades autónomas para «que el mayor número de alumnos esté en actividad presencial» después de verano.

Durante su comparecencia ante la Comisión de Educación y Formación Profesional del Congreso, precisó, en relación a la reducción de 15 alumnos por aula, que siempre se incluyó que cuando un grupo fuera superior a 15 tenía que fraccionarse en las «condiciones actuales».

«Para septiembre no podemos decir nada con seguridad porque no sabemos cuál será la evolución de la pandemia. Esperemos a ver este verano cómo se desarrolla», recalcó.

La ministra anunció el pasado 4 de mayo en una entrevista con 20 minutos que las clases tendrían que reducir su número de alumnos a la mitad el próximo curso 2020-2021, con un máximo de 15 por aula, si antes no llega la vacuna contra el coronavirus. En este supuesto, apuntó que habría que compaginar la docencia presencial con la telemática.

En cualquier caso, ayer explicó que son los centros educativos quienes darán «la última instancia» sobre cómo deben adecuar y sobre sus planes de actuación relacionados con sus condiciones específicas de espacio y alumnado. Aún así, precisó, que «necesitarán las recomendaciones claras de las autoridades competentes».

MODERNIZACIÓN / Durante su comparecencia en el Congreso, la ministra dijo que la «mayor urgencia» es trabajar «esperando que la pandemia amaine» en septiembre o en octubre. «Vamos a estar preparados desde el conjunto del Ministerio para que la información del curso esté antes de las vacaciones», afirmó.

«Necesitamos modernizar las infraestructuras», subrayó Celaá, al tiempo que pidió a aquellos centros que vayan a abordar «alguna obra pequeña» en verano «que lo haga con la idea de abrir espacios para asegurar distancia».