La ministra de Educación, Isabel Celaá, afirmó ayer que intentará mantener las escuelas abiertas en caso de rebrote en octubre. En una entrevista a RAC1, Celaá explicó que establecerán un ordenamiento interno a los centros que permita separar grupos para que si hubiera un rebrote se pueda «perimetrar el grupo y no necesitar cerrar la escuela».

«Estamos mucho mejor informados en relación con la capacidad de detectar rebrotes», dijo. Celaá aseguró que el curso que viene estará «bien planificado» y la presencialidad será un «principio fundamental». «Tenemos la firme determinación de avanzar con las escuelas abiertas», explicó Celaá, que añadió que la presencialidad es la «mejor compensadora» de las desigualdades.

La titular de Educación esperó que «la ciencia pueda proporcionar una vacuna o un remedio antes de fin de curso» y, en este caso, se podrían «readaptar» las escuelas y volver a tener un «curso ordinario». «A ver si en Navidad podemos trabajar con normalidad», apuntó Celaá, quien espera que las medidas excepcionales duren sólo «meses».

Celaá se mostró de igual modo partidaria de que los niños puedan hacer deporte en la escuela, priorizando el aire libre, y con seguridad. «El aire libre es lo que necesitan los niños», explicó al ser preguntada por los centros para este mismo verano. «Sabemos que al aire libre el virus es más inofensivo», indicó.