El Consejo de Ministros aprobó ayer la estrategia nacional de pobreza energética 2019-2024 en la que propone prohibir los cortes de luz durante las olas de frío y de calor en los hogares vulnerables. El texto, presentado por la ministra para la Transición Energética, Teresa Ribera, también contempla la posibilidad de crear un nuevo bono social automático que cubra todas las fuentes de suministro, tanto eléctrico como térmico, incluyendo el aire acondicionado en determinadas zonas climáticas, agua caliente sanitaria y cocina.

La estrategia, que define por primera vez de forma oficial el concepto de pobreza energética, establece unos indicadores para su seguimiento en base a cuatro parámetros --gasto desproporcionado, pobreza energética escondida, incapacidad para mantener la vivienda a una temperatura adecuada y el retraso en el pago de las facturas--, según los cuales en España hay entre 3,5 y 8,1 millones de personas con pobreza energética. Unas cifras que el Ejecutivo socialista plantea reducir entre un 25% y un 50% en los próximos cinco años.

La estrategia plantea cuatro ejes de actuación con 19 acciones concretas. Así, se prohíbe cortar el suministro en situaciones climatológicas extremas, tanto de frío como de calor. La restricción se suma a las ya existentes: no es posible cortar el suministro a familias en riesgo de exclusión y beneficiarios del bono social.