Las elevadas temperaturas avivaron este lunes los incendios forestales que arden en el sureste de Australia, donde un bombero falleció en un accidente y se han cancelado los espectáculos pirotécnicos de Fin de Año en varias ciudades, incluida la capital.

Un bombero voluntario murió cuando participaba en las tareas de extinción en el estado de Nueva Gales del Sur, lo que eleva a 10 las víctimas mortales de los incendios que comenzaron el pasado agosto. "Se cree que el vehículo volcó debido a vientos extremadamente fuertes", indicó el servicio de bomberos de Nueva Gales del Sur en su cuenta de Twitter.

En total, hay más de 100 incendios activos, la mitad de ellos sin control, en varios estados australianos, principalmente en Nueva Gales del Sur, aunque también en Victoria, Australia del Sur y Queensland. Las alertas han aumentado en Victoria, donde una treintena de incendios amenazan diferentes ciudades, algunas muy cercanas al área metropolitana de Melbourne.

Asimismo, las autoridades han alertado de que las elevadas temperaturas, que superan los 40 grados en algunos puntos, y los fuertes vientos pueden empeorar la situación del fuego que también amenaza a especies en riesgo de extinción como el koala.

Polémicos fuegos artificiales

Canberra y otras ciudades han cancelado los fuegos artificiales de Fin de Año debido a los incendios, mientras que Sídney, la mayor ciudad del país y capital de Nueva Gales del Sur, ha decidido seguir adelante con su espectáculo pirotécnico frente a la emblemática Casa de la Ópera.

Los servicios de bomberos del Nueva Gales del Sur otorgaron el lunes una excepción a Sídney para organizar sus tradicionales fuegos artificiales pese a la prohibición que existe de provocar cualquier tipo de fuego o deflagración en la región.

El viceprimer ministro de Nueva Gales del Sur, John Barilaro, ha criticado la decisión. "Los fuegos artificiales de Año Nuevo en Sídney deberían cancelarse, es una decisión fácil. El riesgo es demasiado alto y tenemos que respetar a nuestros exhaustos bomberos voluntarios", dijo Barilaro en su cuenta de Twitter. Su voz se suma a una campaña en internet que pide cancelar los fuegos artificiales en todo el país y que ha conseguido el apoyo de más de 274.000 personas.

La iniciativa, que cifra en 5,8 millones de dólares australianos (4 millones de dólares o 3,6 millones de euros) el gasto del espectáculo pirotécnico en Sídney, pide destinar el dinero de la organización de los actos en todo el país a apoyar a los bomberos y damnificados.

El domingo, las autoridades de Sídney justificaron su intención de celebrar los fuegos artificiales, que tiene lugar en el emblemático puente del puerto y que se espera vean en directo alrededor de un millón de personas en la orilla de la bahía de la ciudad.

"Los preparativos comenzaron hace 15 meses, lo que significa que la mayor parte del presupuesto en seguridad ya se ha gastado. La cancelación tendría muy pocos beneficios prácticos para las comunidades que han quedado devastadas", dijo la responsable de grandes eventos de la ciudad, Tanya Goldberg.