Las emisiones de gases de efecto invernadero experimentaron en el 2019 una caída del 5,8% respecto al año anterior gracias al fuerte descenso del uso del carbón en las térmicas, según un informe hecho público ayer por el Observatorio de la Sostenibilidad.

El carbón fue sustituido en la producción eléctrica por el gas natural, un combustible que emite aproximadamente la mitad del dióxido de carbono (CO2) por la misma unidad de energía.

El aumento del precio de la tonelada de CO2 en el mercado europeo de derechos de emisión y el desplome de los precios del gas fueron los dos factores clave que explican este cambio.

Gracias a la reducción del 2019 y a la que ya se había producido el año anterior, España se ha situado solo un 8,8% por encima de las emisiones registradas el año 1990, el que se toma de referencia en este asunto.