Palabras que en realidad no son palabras. Los emoticonos y emojis se alzaron ayer con la distinción de palabra del año que concede desde hace siete años la Fundación del Español Urgente (Fundéu), promovida por la agencia Efe y el BBVA. En años anteriores, las voces elegidas fueron escrache (2013), selfi (2014), refugiado (2015), populismo (2016), aporofobia (2017) y microplástico (2018).

Los emoticonos forman parte del día a día de millones de personas y poco a poco conquistan espacios más allá de las charlas en chats y las aplicaciones de mensajería en las que debutaron en los 90. Su impacto en la vida cotidiana, sus relaciones con el resto de elementos comunicativos y sus perspectivas cara al futuro los han hecho merecedores del título en este 2019.